Luis R. Carranza Torres: Un escritor con tonada cordobesa

 Por Estefanía Coronel para Master News

 

Nació en Córdoba, es Abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, docente universitario de grado y postgrado, con un extenso currículum en su profesión, Luis Carranza es reconocido también como escritor.

 

Tiene publicada tres novelas históricas, la más reciente “Secretos en Juicio” es una de sus obras más ambiciosa, un thriller que pone en juego los sentimientos humanos. Cabalga entre los género del suspenso y el romántico.

 

En esta entrevista lo conocemos como escritor, abogado y hombre de familia.

 

Comencemos por saber sobre tu formación profesional.

 

Me recibí de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba e hice mi Doctorado en la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires. Los primeros diez años de mi carrera como abogado lo hice en Buenos Aires, ahora vivo en Córdoba y vengo periódicamente ya que el estudio que tengo junto con otros dos socios está tanto en Córdoba como en Buenos Aires. 

 

¿El abogado le da paso al escritor, o escribir lo hacías desde antes?

 

De mucho antes, escribo desde los catorce. Escribir fue para mí siempre una necesidad. Desde la adolescencia.

 

¿Por qué en este libro decidís fusionar tus dos profesiones?

 

A ciencia cierta, no sé. Creo que pasados los cuarenta, un día vi para atrás y empecé a ver con nostalgia a ese joven de veintitanto, que llegó con una mano atrás y otra delante, jurídicamente hablando y siete años después tenía su propio estudio y litigaba hasta en la Corte Suprema. Buenos Aires fue inmensamente generosa conmigo. Y recordando mi paso por los estudios “grandes”, nació la idea de una novela sobre ese ambiente.

 

¿Secretos en Juicio está basado en una historia real?

 

La trama es ficticia, pero varios de los hechos están tomados de cosas que me pasaron o le pasaron a otros. Dejé pistas para quien las entienda, en esos casos. 

 

¿De dónde emerge Secretos en Juicio? ¿Es el título un juego de palabras?

 

Trató de ser una suerte de paradoja. Ustedes dirán si lo logré y cuanto. Hay que leer el libro para entenderlo. Por lo demás, casi todos los pleitos traen un secreto a cuestas.

 

¿En qué te inspiraste para crear sus personajes?

 

Es abogados que conocí. Ozzolli por caso, o Cecilia. Esta nace cuando una colega de ese nombre me contó un par de anécdotas de la facultad. Yo vi que había una novela ahí, y le pedí que me contara más y cordialmente lo hizo. En agradecimiento le puse el nombre al personaje. Agustina son varias letradas, y Daniel existe al igual que Fernando. Valeria es muy amiga mía.  

 

¿Cuál es el mayor desafío que se presenta a la hora de escribir?

 

Mantener el interés en la trama. Que el relato sea ameno, sin dar demasiadas pistas de por donde anda la cosa, respecto de los secretos.

 

¿La historia está en tu mente o se va gestando en el momento?

 

Hay una idea base, pero a medida que se escribe, la trama pareciera que cobra su propia dinámica, y te termina llevando hasta donde nunca pensaste llegar.

 

¿Qué tipo de literatura te atrae?

 

Variada. Me gusta la novela histórica, la de suspenso, la policial. Y las buenas obras sobre espionaje.

 

¿Cuál es tu meta como escritor?

 

Escribir buenas novelas, que tengan la sustancia necesaria para llegar al alma del lector.

 

¿Podemos hablar de un nuevo libro? 

 

Sí, pero es algo distinto. De época, policial y con toques de romance.

¿Qué opinión te merece la novela romántica?

 

La mejor. Respeto mucho el género. Veo lo que provoca, lo que le deja a la gente. 

 

Las mujeres que escriben y publican son cada vez más, ¿Por qué crees que sucede esto?

 

Creo que las mujeres entienden mucho mejor el romance que nosotros los hombres.

 

¿Tenés algún referente?

 

Varios. En lo internacional, Arturo Pérez-Reverte y Len Deighton. En argentina, Cristina Bajo, Reyna Carranza, Ana María Moglia.

 

¿Hay en tu familia escritores?

 

Más han sido pintores. Reyna Carranza ha sido la que porta el apellido, en las cuestiones de letras.

 

¿Cómo fue tu infancia?

 

En Córdoba. Viví el país del jardín de infantes a pleno, como diría María Elena Walsh. 

 

¿Cómo acompaña tu familia?

 

Muchísimo. Mi esposa Florencia es un sostén invalorable. Tengo la suerte de tener esposa, musa y editora de texto, tres en una. Mis hijos Luis y Pedro se re-prenden para ir conmigo cada vez que hay una presentación, o un encuentro con lectores.

 

¿Qué soñás para tus hijos? ¿Quisieras que sigan tus pasos?

 

Si eso los hace felices. No los obligo a nada, solo quiero que disfruten su propia vida. Luis ha escrito algunos cuentos, y en la última feria del Libro en Buenos Aires, le decía a Reyna Carranza, con quien coincidimos: “yo también soy escritor porque he hecho un par de cuentos”. Me llenó de orgullo. Espero que el escribir le de tantas satisfacciones como a mí. Pedro tiene cinco años, es todavía pronto para decirlo.

 

¿Qué quisiste que el lector encuentre en “Secretos en Juicio”?

 

Una historia amena, y se identifique con personajes muy humanos. Con sus éxitos, pero también sus dudas y sufrimientos. Que se satisfaga la mirada de lo que se muestra, sobre la parte esa que no es todo oro lo que reluce, en los altos niveles de la abogacía.

 

¿Nos recomendás un libro?

 

El francotirador paciente, de Arturo Pérez-Reverte. Tiene la cuota de misterio ácido que a mí particularmente me llega. 

Nota publicada en Master News el sábado 17 de Mayo de 2014.