Una época de romance, tecnología y espías
Se trata del circuito integrado central más complejo de un sistema informático, al que no por casualidad se lo denomina como el “cerebro” de una computadora, ya que es el encargado de ejecutar los programas, desde el sistema operativo hasta las aplicaciones de usuario.
Hasta los primeros años de la década de 1970 los diferentes componentes electrónicos que formaban un procesador no podían ser un único circuito integrado, era necesario utilizar dos o tres "chips" para hacer una CPU. Reunir todo en único circuito integrado era el gran desafío de la época para la informática, aun en sus inicios.
A las puertas de poder lograr tal desarrollo, Simón sufre una pérdida profunda, la muerte de su esposa. Al cumplir su deseo de tirar sus cenizas en el Arno, en Florencia, descubre, al parecer muy casualmente, una mujer que parece su copia casi exacta. Eloisa es todo cuanto él quiso que fuera su esposa con él, en cuanto cariño y compañerismo. Y en ocasiones se le parece tanto, que Simón comienza a pensar si no es ella en realidad, que ha regresado de alguna forma con él.
La trama muestra las idas y vueltas de una relación pasional desde su primer momento, pero misteriosa en casi todo lo demás. Poco sabe Simón sobre Eloisa, esa mujer que aparece y desaparece de su vida, de orígenes inciertos y móviles aún más oscuros respecto a lo que quiere de él. Debe lidiar con eso, en tanto busca culminar con el desarrollo de su invento, de cuyo resultado depende la supervivencia de su empresa familiar de electrónica en Buenos Aires.
No son pocos los que están interesados en lo que él se halla a punto de conseguir: un circuito integrado capaz de reducir considerablemente el tamaño de las computadoras y potenciar como nunca antes sus prestaciones. Y en ese mundo de superpotencias enfrentadas, a ninguna de ellas, sea los Estados Unidos o la Unión Soviética, el dato les pasa inadvertido. Todos quieren saber qué ha conseguido Simón o se halla a punto de conseguir.
Es que el mundo de ese tiempo se halla dividido en dos bloques ferozmente enfrentados por la supremacía del mundo. Se trata de las últimas fases de la guerra fría, entre el bloque occidental liderado por los Estados Unidos y el comunista dirigido por la Unión Soviética.
Alemania se halla partida en dos, como reflejo de ese enfrentamiento entre una parte occidental pro estadounidense y otra oriental que responde a los soviéticos. El famoso muro de Berlín se erige en su pleno apogeo, cortando en dos a esa ciudad. Es allí donde a Eloisa le han sido enseñadas muchas de sus particulares habilidades.
Se trata de un conflicto muy particular, que supone una guerra sin batallas directas entre sus contendientes. El enfrentamiento entre ambos ocurre solapadamente, principalmente por la acción de sus servicios de inteligencia, teniendo como escenario a terceros países.
Es así que la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A. por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y el Comité para la Seguridad del Estado soviético, más comúnmente denominado como KGB por la abreviatura de su nombre en ruso (Komitet Gosudárstvennoy Bezopásnosti) libran una lucha implacable que no repara en utilizar a cualquiera que se cruce en su camino, ni repara en ocasionar los daños que sean necesarios para conseguir sus objetivos.
Espías de varios países, una parte central de la historia de las computadoras, las relaciones consabidas dentro de una empresa familiar y el romance con una mujer por demás misteriosa dominan la escena. La prosa fluye a lo largo de sus páginas, develando que nada es lo que parece. Simón sólo puede estar seguro de algo: las dudas que tiene, sobre esa mujer y su propio invento.
“El amor también puede ser una perversión” se lee en su contratapa. Es algo que se refleja en su texto, narrado con una prosa precisa y un manejo de la intriga y los sentimientos interiores de los personajes que ya le han valido a esta novela y su autor, Luis Carranza Torres, ganar en el año 2015 el Premio Leer y Leer en la categoría novela de suspenso.