Los caballos más grandes del mundo

 




natgeotravel Photo by @jimrichardsonng / The kelpies

Un Kelpie, o kelpie de agua, resulta en la tradición escocesa un espíritu del agua capaz de cambiar de forma, pero usualmente descripto con apariencia de caballo, el cual habita en los lagos (Loch) y estanques de Escocia. También es capaz de adoptar una apariencia humana, pero en ese caso mantiene los cascos de sus patas en lugar de pies. 

Todo lago (Loch) o estanque de proporciones en Escocia tienen alguna historia que refiera a un kelpie; por supuesto, el más nombrado es el del Lago Ness.

Pariente del nixe germano y el bäckahäst escandinavo, del wihwin del Caribe y el bunyip australiano. Muchos le otorgan rasgos maléficos y hasta lo asocian con el demonio. 

No siempre han sido retratados desde el arte con forma equina. Por caso, en el cuadro El Kelpie, pintado por  Herbert James Draper en 1903, lo que menos aparece en un caballo. Se muestra a una mujer desnuda sobre una roca tomando sol. El fluir de las aguas bajo sus pies otorga movimiento a un que sería de apacible sensualidad si no fuera por la seriedad en el rostro de la protagonista. ¿Intranquilidad, preocupación? El título de la obra es quien acude en nuestra ayuda para brindarnos una posible pista. 


Los que sí se perciben de lejos, son los kelpies en la localidad escocesa de Helix a lo largo del canal Forth and Clyde en Falkirk. Construidos en acero inoxidable con una altura de 30 metros, obra del Andy Scott, a la magia de su forma imponente le suman el iluminarse durante la noche cambiando de color a medida que transcurre el tiempo, en una suerte de metáfora lumínica de la capacidad de adoptar distintas formas de esas criaturas míticas. 

Se trata, además, de las esculturas equinas más grandes del mundo, cuyas particularidades refieren a otro noble compañero animal de los escoceses: los caballos de tiro Clydesdale, que arrastraban las barcazas, carros, arados y casi cualquier cosa acarreable en tales tierras. 

Tales caballos presentan, en su raza, el mismo aspecto imponente que las leyendas otorgar al kelpie, llegando a medir 183 cm. No resulta especialmente musculoso, pero sí de extremidades rectas y poderosas, con abundante pelaje en su parte inferior  de un color blanco muy característico. Pueden ser en el cuerpo, alazán, bayo, blanco, castaño, moro, negro y ruano.

De carácter tranquilo, la bondad, docilidad, generosidad de esfuerzo y resistencia a las enfermedades son los distintos de la raza que ostentan desde 1893 el record de desplazar 128 toneladas de peso con sólo dos de ellos.

El conjunto escultórico se completó en 2013 junto a una nueva extensión del Canal Forth and Clyde, y cerca del río Carron, en Helix, como parte de un proyecto de zonas verdes para conectar 16 comunidades en el Área del Consejo de Falkirk, Escocia. 

Abiertas al público un año después, fueron visitadas por casi un millón de personas en los doce meses siguientes. 

Se enmarcan dentro de un conjunto que prevé su propio centro de visitantes, una piscina y  un área verde que coincide con una extensión de giro del canal, que vuelve a conectar el canal Forth and Clyde con el río Forth con una mejora de la navegación entre el este y el oeste de Escocia.

En palabras de su autor, Andy Scott, "El concepto original de los míticos caballos de agua fue un punto de partida válido para el desarrollo artístico de las estructuras" por lo que se "tomó ese concepto y se movió con él hacia un estilo más equino y contemporáneo", en una obra que refiere a lo mítico, pero también resulta en lo principal, un monumento sociohistórico destinado a celebrar el papel del caballo en la industria y la agricultura escocesa, así como en el trabajo de remolque en los canales. 

Se los construyó a partir de versiones en "miniatura" de tres metros de altura diseñadas por el escultor en su estudio de Glasgow, que luego fueron escaneados por láser para pasar el detalle de las distintas parte a los fabricantes.

En suma una obra que combina arte, técnica y ciencia. Y que tal como expresa Scott, asentados donde se hallan a la puertas del nuevo canal, traducen "el legado de la zona en orgullosos guardianes equinos". 



Foto: Beninjam200




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NOTICIA DEL AUTOR: Luis Carranza Torres nació en Córdoba. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El corazón de la espada (2020) y Germánicus. Entre Marte y Venus (2021). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba. 







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