Jurimetría
Por Luis Carranza Torres
El
término jurimetría, palabra que resulta de conjugar otras dos, jurisprudencia y
medición, apareció por primera vez en el artículo titulado “Jurimetrics – The
Next Step Forward”, escrito por Lee Loevinger en 1949 y publicado en el
Minnesota Law Review de tal año. Se trataba de un enfoque teórico en el tema,
por lo que no fue hasta la década de 1960 que tal concepto comenzó a tener una
relevancia práctica gracias al uso de tecnologías informáticas en el mundo
jurídico.
Su
autor había nacido en Saint Paul, un 24 de abril de 1913. Loevinger estudió
derecho en la Universidad de Minnesota, graduándose en 1936. Su primera práctica profesional fue sin embargo
en Kansas City, estado de Missouri. Luego de servir en la marina estadounidense
durante la Segunda Guerra Mundial, se desempeñó en la Corte Suprema de Minnesota
primero, y luego como adjunto del “Attorney General” de Estados Unidos, una
mezcla de procurador del tesoro con ministro de justicia, en el área Antitrust
del Departamento de Justicia. Tras eso fue miembro de la Comisión Federal de
Comunicaciones de 1963 a 1968, durante la presidencia de John F. Kennedy. Allí
fue quien captó y empezó a llevar a la práctica la idea de "servicio
universal" para los operadores telefónicos privados. Fue quien propuso la
introducción en los Estados Unidos de un número único para emergencias, el ahora
célebre "911".
Tras su paso por la función pública, ejerció la
profesión en Washington, D.C. donde murió a los 91 años el 26 de abril de 2004.
La obra escrita de Loevinger abarca más de 150 libros y artículos sobre Derecho, Economía, defensa de
la competencia, la regulación de las comunicaciones y la práctica del
periodismo, así como de la relación entre el derecho y la ciencia.
Su postulación sobre el uso de los métodos de
las ciencias exactas y, en particular, de la informática en el campo del
derecho, ha tenido tanto desarrollo como controversia hasta nuestros días.
Englobó dentro del concepto del jurimetría, el uso
metódico de la informática para ayudar y verificar las opciones legales, en
principio a partir de la aplicación de las leyes antimonopolio, buscando de
forma inicial procesar eficientemente la enorme masa de datos económicos que
las agencias tenían que analizar para determinar fácilmente si ciertas empresas
estaban en una posición dominante en el mercado.
Luego, tal actividad extendió sus fronteras. Al
presente y en términos sencillos, la jurimetría es una
disciplina dentro de la iuscibernética que estudia la aplicación de la
estadística en el derecho. Es decir, busca introducir la lógica matemática y el
uso de métodos estadísticos respecto de cómo se aplican las normas jurídicas.
La
visión de Loevinger es que la ley se debe analizar desde la observación (que es
objetiva) y no desde la especulación (que es subjetiva), para estudiarla de
modo lógico a fin de llegar a una observación pura y neutral de la misma.
De
las tres acciones principales en el área (aplicar fórmulas matemáticas a las
normas jurídicas, emplear sistemas informáticos para apoyar el derecho y
predecir las sentencias futuras con base en el análisis estadístico de las
pasadas), es la referente al hallazgo de patrones en las decisiones judiciales
a partir del análisis estadístico de un gran número de sentencias, la que mayor
desarrollo ha cobrado. Ya sea para anticipar futuras decisiones como para automatizarlas
a gran escala.
Los
resultados que pueden hallarse no son comunes y casi siempre controversiales.
Por caso, en el libro “Jurimetría: Cómo la estadística puede reinventar el
derecho”, escrito por Manuel Guedes Nunes, se describe una investigación conjunta
realizada por la Universidad de Columbia de Nueva York y la Universidad Ben
Gurion de Tel Aviv en que se analizaron más de mil cien resoluciones sobre
libertad condicional dictadas por 8 jueces en Israel. Allí se postula que los jueces,
luego de almorzar o de merendar, concedieron cerca del 65% de las solicitudes
de libertad condicional. Dicho porcentaje disminuyó casi a 0% cuanto la decisión
se llevaba a cabo lejos de las comidas.
Que
existen factores por fuera del expediente que pueden influir en lo que se lleva
a cabo dentro del expediente, no es noticia. La cuestión se halla dada por qué
tipo de factores son estos y cuánta puede llegar a ser su incidencia. Es allí
donde tales resultados son cuestionados. Toda decisión humana tiene múltiples
factores, algunos de ellos difícilmente mensurables. Por eso se generalmente se
tilda de reduccionistas a tales investigaciones.
Como
dice Serge Bories en su trabajo “La jurimetría: un aspecto de la jurística”,
publicado en Informática y Derecho, expresa que: “Una de las contribuciones
de la informática al derecho es facilitar un acercamiento cuantitativo de la
jurisprudencia. El computador amplifica los medios de este tipo de
investigación permitiendo los cálculos estadísticos afinados. Esta aplicación
de las matemáticas al derecho de los tribunales permite poner al día' fenómenos
que nos aclaren sobre el procedimiento decisional y también sobre el espacio de
libertad de los jueces. Permite además observaciones de carácter o de
naturaleza sociológica que aparecen necesariamente al momento de analizar el
contencioso”.
No
quiere decirse con esto que las sentencias deban formularse o entenderse a
partir de un cálculo estadístico. Pues si en algo la jurimetría se ha revelado
valiosa, es en poner de resalto el efecto de esas cuestiones “de naturaleza
sociológica” invisibilizadas desde siempre en la imagen del aséptico juzgador. No
es poca cosa.
Para leer más en el blog:
NOTICIA DEL AUTOR: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y literarias. Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.