"Concepto Alto", una puerta de entrada literaria






 por Luis Carranza Torres


El concepto de "Alto Concepto", “Concepto Alto” o "High Concept" en el ámbito literario, proviene inicialmente del mundo del cine y la televisión, y antes de eso, del marketing y la producción en la industria del entretenimiento. Su origen está profundamente ligado a la evolución del cine y la televisión en Hollywood.

Se refiere a una premisa narrativa que es notablemente original, impactante y, crucialmente, fácil de comunicar de manera concisa.

Desde una perspectiva de un actor literario, no es tanto una idea pegadiza como en la publicidad, sino una estrategia de diseño de la historia que optimiza su potencial de resonancia e impacto en el lector y en el mercado editorial.

Tiene su antónimo conceptual en la noción del “concepto bajo” (Low Concept). Obras cuya fuerza no reside en una premisa espectacular o fácilmente vendible, sino en la ejecución, la sutileza, el desarrollo psicológico o el estilo.

Sobre las diferencias entre “concepto alto” y “concepto bajo”, David Wappel en High Concept vs. Low Concept: What's the Difference? lo resume de esta forma: 

"El término "concepto alto" se ha utilizado de diversas maneras a lo largo de las décadas desde su aparición. Pero, en general, se puede definir como: un concepto de película o serie de televisión que se comprende fácilmente gracias a su simplicidad. También se puede aplicar al desarrollo de personajes. Esto no significa que el concepto sea reductivo, ni que un concepto simple sea inferior a uno complejo. Piense en las ideas de concepto alto como historias que parten de su concepto, más que de los personajes o el estilo. (…) Las premisas de alto concepto pueden ser un poco más fáciles de comunicar visualmente que las ideas de bajo concepto”. Es decir, aquellas “películas y series de bajo concepto son historias que tienen una premisa principal que no gira en torno a su concepto. Estas tramas generalmente se basan en sus personajes, su estilo o una mezcla de estilos”.

Como puede verse, concepto alto y concepto bajo, no refieren a formulaciones más burdas o finas, populares o de nicho; simplemente indica en donde se colocar el peso del valor narrativo, si en la forma o su idea inicial.

 

La tele, Hollywood y Blockbuster


El uso del término High Concept como una descripción de un tipo de obra artística se popularizó en Hollywood a principios de la década de 1970.

En el Contexto de Producción de tal época, sus impulso se asocia a ejecutivos de programación y producción como Barry Diller (durante su mandato en ABC) y posteriormente a figuras clave en el desarrollo de los grandes estudios. El objetivo era crear proyectos que fueran fáciles de vender a los productores, a la cadena de televisión, y finalmente, al público masivo.

Con el aumento de la producción y la competencia televisiva, se necesitaban ideas que pudieran ser transmitidas y evaluadas en un "argumento de ascensor" (elevator pitch). Si una idea era "Alto Concepto", el ejecutivo sabía que podía vender entradas basándose solo en esa premisa. En otras palabras, la Necesidad de un Pitch Simple.

Un pitch (del verbo inglés to pitch, que significa "lanzar") se trata de una presentación verbal, breve y persuasiva de una idea, un proyecto, un producto o un modelo de negocio con el objetivo de captar el interés de una audiencia clave (productores, inversores, editores o clientes) y lograr el siguiente paso (una reunión, financiación o la compra del proyecto).

Es, esencialmente, el arte de vender una idea en el menor tiempo posible, despertando la curiosidad sin revelar todos los detalles.

 

El Paradigma del Blockbuster


El Alto Concepto se consolidó con el nacimiento del blockbuster moderno, películas que dependían de la venta masiva y rápida de entradas:

Película

Año

Alto Concepto (Premisa Inmediata)

Tiburón (Jaws)

1975

Un gran tiburón blanco aterroriza una pequeña ciudad costera.

La Guerra de las Galaxias (Star Wars)

1977

Un joven descubre que debe unirse a una rebelión intergaláctica contra un imperio maligno.

 

Estas películas demostraron que una premisa fuerte, única y fácil de resumir, podía ser el motor principal del éxito comercial, incluso más que las estrellas o la complejidad artística de la trama.


Del Cine a la Literatura


Desde tales inicios, la necesidad de un concepto fuerte y vendible migró rápidamente a otros ámbitos. La literatura entre ellos.

 En el mundo editorial, el concepto alto se aplica especialmente a la Ficción Comercial o Ficción de Género, donde la capacidad de venta es clave:

  • Ficción Distópica: El género distópico es intrínsecamente "Alto Concepto" porque su premisa se basa en un gran "Qué pasaría si..." social o político. Un ejemplo resulta Los Juegos del Hambre. Veamos su premisa: En una sociedad post-apocalíptica, los niños son elegidos para luchar hasta la muerte en un evento televisado.
  • Thriller/Misterio: Muchas novelas de thriller se basan en un giro o un mecanismo de trama tan único que la idea central se convierte en el gancho de venta.
  • Ficción Crossover (Juvenil/Adulto): El concepto ayuda a definir libros con amplio atractivo de lectores.

En la literatura, el desafío es usarlo  para atraer al lector, mientras se ofrece la complejidad, el estilo y la profundidad de personajes que exige la crítica. Se trata pues, de una puerta de entrada, para concitar la atención sobre la obra y permitirle que, una vez leída, ofrezca más que solo su premisa inicial.

Desde la perspectiva del análisis editorial y de marketing, el bestseller o libro de superventas se asocia más frecuentemente con el concepto alto, pero no de manera exclusiva.

La distinción clave es que "bestseller" se refiere al éxito comercial (ventas), mientras que "concepto bajo" o "concepto alto" se refieren a la estructura y el enfoque de la historia.

 Como escritor de best-sellers y maestro del thriller, Sidney Sheldon es un excelente ejemplo de autor que casi siempre trabajó con narrativas de Concepto Alto.

Sus obras están diseñadas para tener una premisa central llamativa, fácil de comunicar y con grandes implicaciones dramáticas.

A continuación te mostramos la presencia de ese método de elaboración en algunas de ellas:

ObraJustificación de Concepto Alto
Si hubiera un mañana (If Tomorrow Comes, 1985)La premisa es un claro "gancho" argumental: Una mujer inocente, víctima de una conspiración, es encarcelada injustamente y, al salir, se transforma en una habilidosa estafadora que busca venganza contra aquellos que la arruinaron. El interés está en la transformación y la búsqueda de justicia/venganza a través de eventos espectaculares.
El amo del juego (Master of the Game, 1982)La historia abarca varias generaciones de la poderosa familia Blackwell y sigue el ascenso de Kate Blackwell, una mujer implacable que domina un imperio familiar. El gancho es el juego de poder generacional y la ambición, creando un relato de traición y secretos a gran escala.
Cuéntame tus sueños (Tell Me Your Dreams, 1998)La novela se centra en una mujer (Ashley Peterson) que comienza a tener pesadillas y siente que es acechada, llegando a descubrir un conflicto psicológico y criminal muy profundo. El gancho es la intriga de quién la persigue y el drama psicológico extremo que revela.
El capricho de los dioses (Windmills of the Gods, 1987)La historia sigue a Mary Ashley, una talentosa mujer que es nombrada embajadora y arrojada al torbellino político de Rumanía, donde enfrenta amenazas contra ella y sus hijos. El atractivo es el thriller político de altos riesgos y las conspiraciones internacionales.


Características del "concepto alto"


Pueden distinguirse al respecto los siguientes elementos esenciales:

1º) Premisa Inmediata y Única (El Hook o gancho):  Debe poder resumirse en una o, como máximo, tres frases (el llamado elevator pitch o "argumento de ascensor"). Esta sinopsis debe contener un "¿Qué pasaría si...?" (un What If?) que sea inusual, intrigante o una combinación inesperada de elementos familiares. Ejemplo: "Un parque temático de dinosaurios clonados abre sus puertas, pero el sistema de seguridad falla catastróficamente." (El concepto de Parque Jurásico).

2º) Claridad y Accesibilidad: La idea central se entiende instantáneamente. No depende de sutilezas del lenguaje, desarrollo profundo de personajes, ni de un conocimiento previo complejo. Simple, clara, directa. ¿Cuándo lo és? Si evidencia de ese modo el potencial del conflicto o la aventura.

3º) Atractivo de Audiencia Masiva: Implica un gran recurso comercial. La premisa debe tener la capacidad, por el modo de formularse, para atraer a una audiencia amplia, trascendiendo nichos específicos debido a la fuerza universal o la naturaleza emocionante de su planteamiento.

4º) Enfoque en la Trama y la Idea: Se centra más en la fuerza de la idea central (por lo general, única) y los eventos impulsados por esta premisa, en contraste con el "Concepto Bajo" (Low Concept), que tiende a ser más impulsado por el desarrollo sutil y complejo de los personajes o el estilo. Ejemplo: "Serpientes en el avión" es una frase que expresa lo principal de la trama, además de concitar al miedo, curiosidad o sentido de la aventura.  

 

Uso al comenzar o desarrollar un Escrito


Para un escritor, el Concepto Alto es una poderosa herramienta estratégica, utilizable en varios momentos de su camino creativo:


En la Fase Inicial, ofrece una dirección y un motor claro para toda la obra.

Obliga al escritor en la generación de ideas a buscar una fusión original de tropos, géneros o escenarios. Es un muy buen ejercicio de pensamiento abstracto y estratégico para crear algo que se sienta familiar, pero a la vez radicalmente nuevo

Al tener una premisa tan fuerte ("¿Qué pasaría si...?"), los retos y el conflicto principal de la historia se definen más fácilmente, simplificando la estructura y el ritmo narrativo.

Sirve asimimso como una brújula en la apreciación de la obra con visión de conjunto para tomar decisiones de trama y subtexto. Ya que cualquier elemento narrativo (personajes, ambientación, sub-tramas) puede ser contrastado con la premisa para asegurar la coherencia y el máximo impacto.

En la Fase de Desarrollo, por su parte, resulta el trampolín que permite ir más allá, pues si bien la idea es el gancho inicial, el desarrollo del escrito proyectarse desde ella para ganar complejidad y extensión.

Aquí hay todo un desafío en evitar la superficialidad, ya que un error común es que un concepto alto se reduzca a solo eso: un concepto superficial. En tal sentido, el desafío literario reside en dotar esa idea espectacular con personajes profundos, temas ricos y una ejecución artística de alta calidad. La premisa es el esqueleto; el arte está en la experiencia de vida, emocionalidad o atracción que se le añade. 

No debemos olvidar que tener una premisa sencilla, no quiere decir ser superficial, sino solo claro en el planteo. A partir de allí, de ese punto de arranque, el valor literario real surge al explorar las consecuencias psicológicas, sociales y filosóficas de esa premisa a través de personajes y situaciones vívidas.


Un método útil


Como puede apreciarse, el concepto alto es un diseño de premisa estratégico que fusiona la originalidad llamativa con la comunicabilidad inmediata. Como experto, diría que es el arte de concebir una historia donde la idea central es el protagonista, siendo tan fuerte que por sí misma impulsa el interés del lector.

Y como dice David Wappel en High Concept vs. Low Concept: What's the Difference?, “ una idea de alto nivel no tiene por qué ser "popular" y viceversa Consideremos una película como Arrival, que tiene un concepto muy claro: los extraterrestres aterrizan y una mujer debe descubrir cómo comunicarse con ellos. La película tuvo éxito con el público (atractivo para las masas), pero también ha sido elogiada por la crítica por el uso reflexivo de la estructura y el medio cinematográfico”.

Como dice tal guionista, “Blade Runner, Matrix y cualquier episodio de Star Trek tienen un concepto bastante elevado, pero ofrecen muchas ideas para provocar la reflexión y el debate. (Quizás la ciencia ficción encontró el punto justo)”. De allí que en cuanto a una trama, a una historia “el concepto alto y el concepto bajo no son antitéticos entre sí, ni con ningún tipo de arte”, así como la “idea del concepto alto es independiente del género y existe en todos los géneros. Los westerns son un gran ejemplo de lo amplio que puede ser el "espectro conceptual" en un género”.

Se trata pues, de un método que en definitiva, depende de aquello que le aportemos a su funcionamiento. Y si me preguntan, su utilidad reside precisamente en eso: herramientas que están a disposición del escritor para que pueda contar del mejor modo sus historias.



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SOBRE EL AUTOR DE LA NOTA: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversas asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión, la docencia universitaria y el periodismo. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El Corazón de la Espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021), Los Extraños de Mayo (2022), La Traidora (2023), Senderos de Odio (2024) y Vientos de Libertad (2025). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.


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