El medio siglo de Harry El Sucio





 por Luis Carranza Torres


La cámara, luego de una balacera, enfoca a un hombre alto, delgado, de traje, todavía masticando un pedazo de hot dog que le apunta a otro herido en el piso con un inmenso revólver. Se trata del oficial de la policía de San Francisco Harry Callahan que acaba de impedir el asalto a un banco. Sin dejar de encañonar al único delincuente que, aun herido, permanece con vida de la banda que intentó el atraco, observa como el hombre contempla a la escopeta que tiene al alcance de su mano en el suelo. 

"Sé lo que estás pensando: '¿Disparó seis tiros o solo cinco?', le dice con aire de suficiencia, con toda la tranquilidad del mundo, para agregar: "Bueno, para decirte la verdad, con toda esta emoción, yo mismo he perdido la pista. Pero como esta es una .44 Magnum, la pistola más poderosa del mundo y te volaría la cabeza, debes hacerte una pregunta: '¿Me siento afortunado?' Bueno, ¿tú, basura?

Fue una película que trajo polémica y discusión desde su estreno en 1971, con entusiastas y detractores, pero que cualquiera sea la opinión, aun en las antípodas, no dejaban de reconocer los valores como obra cinematográfica. 

“La posición moral de la película es fascista. Sin duda alguna ”, escribió Roger Ebert en su reseña al estrenarse el filme, para luego señalar que disfrutó el trabajo como un thriller "efectivo".  Pauline Kael, otra crítica, llamó a Harry el sucio "una pieza de género asombrosamente bien hecha" y una "película profundamente inmoral", a un mismo tiempo. 

Es que Dirty Harry definió un momento. Justiciero, machista y todos los demás "istas" que le comprenden, sus palabras causticas empuñando una .44 Magnum han pasado a la historia del cine y sigue siendo al presente el punto de referencia para las películas de acción de policías que se encargan de hacer las cosas a su manera. 

 Harry no oculta el desdén por la sociedad en la que vive y hasta por las leyes que la rigen, para descargar esa agresividad en quienes delinquen. 

La película, un suceso de taquilla primero, y cultural después, reinventó  la figura de Eastwood sacándolo de las películas clase B del oeste para ponerlo en el pedestal del policial negro. 

En lo político, Dirty Harry cristalizó los sentimientos antiliberales que se estaban gestando en ese momento. Tan osado era, que actores de la tala de Burt Lancaster o Paul Newman lo habían rechazado. De hecho, Eastwood fue la octava opción del estudio Warner Bros. Clint era alguien que podía actuar en películas de segunda, pero sabía aprovechar las oportunidades. Por eso no solo fichó en el proyecto como protagonista, sino que además fue contratado como productor. No pasó mucho antes que impusiera su impronta al proyecto.

El resultado fueron 100 minutos de acción y tensión que no dan tregua, dirigidos por un amigo de Clint y su director de confianza, Don Siegel. El contratarlo fue una de las piezas claves para obtener un éxito fílmico. 

Don y Clint ya habían hecho de las suyas en varios filmes, como por caso Dos mulas para la hermana Sara, ambientada en la guerra civil mexicana. 

La película se estrenó el 23 de diciembre de 1971. Había costado 4 millones de dólares filmarla y recaudó 36 millones solo en los Estados Unidos, mano a mano con títulos como La Naranja Mecánica y Conexión en Francia. 

Lo que no obtuvo, como era de preveer por el ambiente liberal del Hollywood de entonces, ninguna nominación en la 44 edición de los Premios Oscar. Aun así, grupos feministas protestaron afuera, portando pancartas en donde se leía que "Harry el sucio es un cerdo podrido".

Pese a toda la polémica o precisamente por ella, habría cuatro filmes ulteriores del inadaptado Harry, cada vez retando más y más al sistema: Magnum Force en 1973, The Enforcer en 1976, Sudden Impact en 1983 y The Dead Pool en 1988. 


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NOTICIA DEL AUTOR DE LA NOTA:

Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.






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