Las herederas de Enheduanna se atreven de nuevo

 

Foto: Eme de Kelly

Por Luis Carranza Torres


Cuando varias colegas me pidieron de prologar el anterior volumen de Antología del Septiembre Romántico y Rioplatense, escogí el título de “Mujeres que se atreven”, por no dar con otro que representara a la mujer de nuestros días.

Ahora he sido nuevamente convocado como prologuista de este segundo volumen. Martha DÀrguello, la tía literaria de Adèle (solo para entendidas), hizo punta en eso y tras ella vinieron otras queridas amigas. Como no podía ser de otra forma, Mimí no dejó de apresurarme. El escribirlo se volvió entonces desafío, para uno mismo. Inmensamente agradecido por la confianza y el cariño que implica tal ofrecimiento, ha sido un placer aceptarlo. También disfruté la adrenalina de escribirlo contra reloj. Cosas de escritores, que sabrán entender.

Las letras de nuestro tiempo se escriben mayoritariamente con pluma guiada por mano de mujer. En la nota por el 8 de marzo en mi blog del año pasado, escribí: “Si la mujer ha pisado fuerte en el siglo XX, haciendo suyos muchos campos antes vedados, logrando el reconocimiento a nivel global de sus derechos, este siglo XXI que transitamos marca en la agenda la dificilísima tarea de llevar a la práctica efectiva a tales derechos. La epopeya de materializar, de una vez por todas, un mundo de iguales”. 

En dicha senda, expresé entonces y reafirmo hoy que las letras no solo no eran ajenas a dicho impulso histórico, sino que se trataba de uno de los ámbitos donde la mujer ha conquistados numerosos logros. 

Limitadas en diversas actividades a través de los siglos, sin iguales derechos que los varones, el arte fue un ámbito en que pudo enfrentar dicha desigualdad. De ellas, cabe a la literatura ser una de las más receptivas a la creatividad femenina. Muchas autoras a lo largo de los tiempos atestiguan esto. 

De hecho, la primera de ellas, Enheduanna una poetisa y escritora acadia 23 siglos antes de Cristo, hija del rey Sargón y gran sacerdotisa. Escribió tres himnos a la diosa Inanna que sobreviven. Es la autora y poeta más antigua del mundo que la historia conoce por su nombre.

Tal jalón de inicio, a lo largo de los siglos tuvo representantes femeninas no menores en las letras de cualquier tiempo: Por caso en tales tiempos antiguos, Korinna la griega, natural de Tanagra, Beocia que vivió probablemente del siglo V a. y saltó a la fama por ganar un concurso de poesía, derrotando al poeta tebano Píndaro. Vaya que se atrevió, para ese tiempo. 

Otra atrevida griega fue Safo de Mitilene, también conocida como Safo de Lesbos, poeta de la época arcaica alrededor de seis siglos antes de Cristo incluida dentro de la lista de los «nueve poetas líricos» y que nada menos que Platón catalogó como la décima musa.

Escribió en dialecto eolio, probablemente creó la estrofa que denominamos sáfica, creando en sus obras un mundo de versos sensible, sensual, delicado, cuyo tema principal eran sus sentimientos y el amor, propiciados generalmente por la diosa Afrodita. Por vez primera que sepamos, las mujeres fueron narradas de la mano de sentimientos como los celos, el amor, la decepción, la alegría y la rivalidad. El mundo sáfico es la primera visión de un mundo femenino definido desde los sentimientos del amor y las pasiones.

La sola lectura de unos pocos versos de su Himno en honor a Afrodita no releva de mayores explicaciones. Se trata de versos que contienen todo lo que hoy integra al género literario romántico: 


¿Arde de nuevo el corazón inquieto?

¿A quién pretendes enredar en suave

lazo de amores? ¿Quién tu red evita,

mísera Safo?


Que si te huye, tornará a tus brazos,

y más propicio ofreceráte dones,

y cuando esquives el ardiente beso,

Querrá besarte.


Ven, pues, ¡Oh diosa! y mis anhelos cumple,

liberta el alma de su dura pena;

cual protectora, en la batalla lidia

siempre a mi lado.


En los tiempos de Roma, la poetisa Sulpicia, alrededor del año 19 de nuestra era y bajo el mecenazgo de su tío materno, Marcus Valerius Messalla, escribió seis poemas elegíacos destinados a un amor suyo. La mirada de Safo sobre los sentimientos del mundo femenino seguía presentes y se desarrollaban, adquirían un destinatario concreto, aunque no muy descripto. Cambia la mirada de uno mismo hacia el otro, y se adquiere otro de los elementos principales del género romántico, que luego pasaría del verso a la prosa. 

Entre bastantes más, Sor Juana Inés de la Cruz, Jane Austen, Mary Wollstonecraft Shelley, Emily Brontë, Emilia Pardo Bazán, Victoria Ocampo, Alfonsi Storni, Svetlana Aleksiévich, entre bastantes más. 

¿La literatura del siglo XXI pertenece a la mujer? Tal vez sea aventurado, a estas alturas tan cortas de la centuria, dar algo por sentado. Pero por lo que, hasta aquí pinta, no me extrañaría en lo absoluto.

Por número, producción o calidad de letras, las mujeres son un componente más que destacado no solo de las letras en español, sino también por caso en la literatura inglesa. 

Muy distintas entre sí, las británicas J. K. Rowling (Harry Potter) y Erika Leonard Mitchell, más conocida por el seudónimo de E. L. James (50 sombras del Grey), han protagonizado los fenómenos literarios más contundentes del pasado próximo. Y no solo hablamos de las cifras de libros vendidos, sino de la apertura si no de nuevos sub géneros, de una perspectiva original respecto de ámbitos como lo fantástico o erótico, cuando ya todo parecía inventado por esos lares.   

 Hace más de una década, la profesora de literatura Joanna Partyka, de la Uniwersytet Warszawski de Polonia, ofreció en la Facultat de Filologia de la Universitat de Barcelona la conferencia "La erudición clásica y la pluma femenina: la educación en contra de la conciencia literaria", una honda reflexión sobre el cambio en los modelos de educación cultural para las mujeres y la aparición en el siglo XVII de las “femmes savantes” (mujeres sabias), que ya no quieren imitar los modelos masculinos sino que subrayan su feminidad. 

Se trata de un concepto que se aplica plenamente a las autoras de esta obra. 

Valga esta cortísima reseña de siglos para situar en contexto a la obra que prologamos. En este segundo volumen de Mujeres que se atreven tenemos un muy buen conjunto de las mejores plumas en manos de escritoras que el rubro romántico tiene en español, en clave americana. 

Tenido a menos a veces, estigmatizado de diversas formas (“novelita rosa”, un rótulo que me viene a la mente), nada más lejos en esta antología donde el “romántico” se lee con líneas profundas, atractivas y de escenarios y personajes complejos. 

Tampoco es menor decir, para contextualizar esto, que cabe a las autoras de Latinoamérica presidir la producción de letras románticas en nuestro idioma. Se trata de un fenómeno que entiendo comparable al del “realismo mágico”, en las letras de nuestro subcontinente pasada la mitad del siglo XX pero mucho menos (e injustamente) visualizado.

Lo romántico-erótico de nuestro tiempo sea quizás el más firme movimiento de las letras hispanas. Y esta antología es una buena prueba de ello, que deja ver también, la red de asociación, y hasta de intertextualidad entre diversas autoras.  

 En las distintas narraciones que se presentan en este segundo volumen, hay sentimientos de toda clase y, en particular, mujeres son víctimas tanto de las circunstancias como de sus propias decisiones, sin embargo, de forma invariable les hacen frente y cada una lo resuelve y lo maneja de forma distinta. El lector asistirá en su desarrollo tanto a certezas de vida como incertidumbres, a las ansias por lo buscado como el miedo de encontrar lo que no se quiere, la presión social y familiar, la responsabilidad moral y la dependencia emocional.

Dignas continuadoras de una persistencia escrita que se remota lejos en la historia, es de esperar que ese atrevimiento en el género y las letras, siga firme en el futuro. No es poco lo que muchos aprendemos y disfrutamos de ello. 

Floriana, agosto de 2022.


Para leer más en el blog:

Un amor rebelde en una época convulsa


Los Lobos del Atlántico


Constanza y la botadura del Bismarck








NOTICIA DEL AUTOR: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El corazón de la espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021) y Los Extraños de Mayo (2022). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba. 




Francia, mayo del 68, los estudiantes ganan las calles. Una rebelión está a punto de estallar. Y el mundo ya no volverá a ser el mismo.

En tiempos de ebullición, cuando todo parece querer estallar, es posible pensar un mundo distinto. Hay, en ese pensamiento, algo que se vuelve vital, que entusiasma: todo el tiempo se está en la barricada, hasta que, finalmente, el mundo cambia.

Alan llega a Francia. El mundo conocido por él ha quedado atrás y todo lo que sabía de este, al que acaba de llegar, ha quedado obsoleto. Ya no es la realidad atildada y circunspecta que ha conocido a través de los libros y las historias de su familia, sino que se encuentra una París en efervescencia, en la que se discute en cada café al psicoanálisis de Lacan y a los Rolling Stones, al cine de la nouvelle vague y la Guerra de Vietnam, a los hippies y a la revolución sexual.

También, además de esa realidad que lo deslumbra, Alan encuentra a Adèle, que lo guía en ese mundo nuevo para él. En medio de ese vínculo, que nace sin que lo hayan planeado, estallan las protestas del mayo francés de las que Alan y Adèle forman parte del lado de los estudiantes. Creen, como todos ellos, que pueden cambiar el mundo. Creen, también, a pesar de sentirse extraños, que son invencibles.

Autor: Luis Carranza Torres

Editorial: Vestales

Páginas: 384

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