Nacen las Alas de la Patria




por Luis Carranza Torres

 

La Compagnie d’Aérostiers francesa, en el año 1794 fue el primer cuerpo militar de observación aérea con globos, usado durante las guerras revolucionarias francesas.

Durante la Guerra de la Triple Alianza (1864–1870), el ejército argentino incorporó por primera vez el uso de globos cautivos de observación militar, una innovación tecnológica que marcó un hito en la historia bélica sudamericana. 

En 1867, el sargento mayor ingeniero de origen polaco Robert A. Chodasiewicz, realizó la primera ascensión de un globo cautivo para reconocer las defensas paraguayas, que recibieron fuego de artillería y fusiles de éstas. 

El primer cuerpo aéreo del Imperio Austrohúngaro fue en 1893, el Militär-Aeronautische Anstalt, un cuerpo de globos aerostáticos.

Entre 1900 y 1910, la aviación experimentó avances significativos que marcaron el inicio de la era de la aviación moderna. Los hitos más importantes incluyen el primer vuelo propulsado, controlado y sostenido por los hermanos Wright en 1903, y los vuelos públicos de Santos Dumont con su 14-bis en 1906.

El Ejército Imperial Japonés usó globos de hidrógeno para fines de observación en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905​ y en 1909, junto con la Armada Imperial Japonesa y la Universidad Imperial de Tokio, estableció la Asociación de Investigación de Globos Temporales Militares.

Como cuenta Antonio M. Biedma Recalde en Movimiento Nacional Pro Aeronáutica Militar, hacia 1912: “Las principales naciones mejoraban sus servicios aerostáticos y, paulatinamente, iban ampliándolos con la incorporación de los nuevos elementos a los que, aunque en plena evolución, se les veía afianzar su perfeccionamiento”.

Ya en agosto de 1907, el Ejército de EE.UU. había establecido una División Aeronáutica dentro del Cuerpo de Comunicaciones, con el propósito de supervisar globos de observación y experimentar con aeronaves más pesadas que el aire. 

Avión Wright Flyer 

Para dicho organismo es que adquirió su primer avión militar, el Wright Flyer, en 1909 tras pruebas exitosas realizadas por los hermanos Wright. 

En Argentina, la Sociedad Sportiva Argentina, un club social y deportivo de la ciudad de Buenos Aires, fundado en 1899 bajo el nombre Sociedad Hípica Argentina y renombrada en 1902, fue quien propició la aerostática desde su predio de Palermo, con el histórico primer ascenso aerostático el 25 de diciembre de 1907, cuando Aarón de Anchorena y Jorge Newbery consiguieron que el globo Pampero ascendiera desde el predio hasta el Río de la Plata.

El 13 de enero de 1908 se funda por figuras destacadas como Jorge Newbery y Aarón de Anchorena el Aero Club Argentino, la primera institución aerodeportiva de Argentina, pionera en la promoción de la aviación en el país, patrocinando las primeras experiencias con globos aerostáticos y luego con aviones.

Por su parte, Louis Charles Joseph Blériot había logrado el 25 de julio de 1909 atravesar el canal de la mancha con un avión monoplano de construcción propia, el Blériot XI dotado de un motor Anzani de 25 CV.

“Inglaterra ha dejado de ser una isla”, titularon los diarios. 

Cabe destacar que, en Francia, desde 1909 existía la Aéronautique Militaire, el primer cuerpo aéreo militar francés con aviones. Líder en innovación aeronáutica, comienza a formar pilotos militares en escuelas civiles como Reims y Pau.

Un año después en 1910 se crea el Établissement Militaire d'Aviation para experimentar con aeronaves, estableciéndose oficialmente el 22 de octubre de 1910 a la Aéronautique Militaire como una rama del Ejército de Tierra bajo el mando del general Pierre Roques. Pero no será hasta marzo de 1912 en que se promulga la ley que formaliza la existencia de la Aéronautique Militaire como cuerpo oficial.

Insignia de aviación francesa

En el Imperio Alemán el Die Fliegertruppen des deutschen Kaiserreiches (Tropas o unidades Aéreas del Imperio Alemán), o simplemente Die Fliegertruppen. Fue establecido en 1910 como parte del Ejército Imperial Alemán. Incluía globos de observación y aeronaves ligeras como los primeros modelos Fokker y Albatros en funciones de reconocimiento aéreo, observación de artillería y tareas de enlace.

En octubre de 1916, el cuerpo fue reorganizado y renombrado como Luftstreitkräfte (Arma aérea), reflejando su creciente importancia táctica.

Viendo que la utilización de aeronaves tenía creciente potencial de reconocimiento y observación de artillería, el Comité Imperial de Defensa ingles estableció un subcomité para meditar la creación de una rama militar aérea en noviembre de 1911. El siguiente febrero el subcomité dio a conocer sus resultados, los cuales recomendaban la creación de una rama aérea militar, una rama aérea naval, una escuela aérea central y la industria aeronáutica. Estas recomendaciones fueron aceptadas el 13 de abril de 1912 y el rey Jorge V firmó un documento real creando el Royal Flying Corps (RFC), antecedente de la Royal Air Force (RAF) que existiría a partir de 1918.

El 19 de junio de 1912 se creó su escuela central de vuelo en Wiltshire.

Insignia de gorra del Cuerpo Aéreo Real inglés

Desde principios del siglo XX, el ejército ruso utilizaba aerostatos para reconocimiento. En 1904, se fundó el primer Instituto Aerodinámico del mundo por Nikolái Zhukovsky. Luego, en 1910 se abren las primeras escuelas de aviación en Gátchina y Sebastopol, y se adquieren aviones franceses y británicos.

El 12 de agosto de 1912 se crea oficialmente el Servicio Aéreo Imperial Ruso, separándose del Cuerpo de Ingenieros, como rama independiente dentro del ejército.

También en ese año se crean tanto el servicio aéreo del ejército imperial japones, como de la Armada de esa nación.

El Imperio Austrohúngaro fue en 1893, por su parte, reorganiza su globos aerostáticos, como Tropas Imperiales y Reales de Aviación (Kaiserliche und Königliche Luftfahrtruppen, abreviado como K.u.K. Luftfahrtruppen) en 1912, bajo el mando del Mayor Emil Uzelac, ingeniero militar que lideraría el servicio hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

Hacia 1913 también incluía una rama naval, que operaba hidroaviones desde bases en la costa del Adriático. Esta rama no tenía un nombre formal separado, pero a veces se la denominaba simplemente como aviación naval austrohúngara o Seefliegerkorps (Cuerpo de Aviación Naval).

Se utilizaban principalmente hidroaviones Lohner para patrullas, reconocimiento y bombardeo costero.

Insignia de aviación austrohúngara

En nuestro país, Arturo P. Luisoni, mayor retirado de artillería del ejército y diplomado de estado mayor, propugnaba por la incorporación de elementos aéreos a nuestras Fuerzas Armadas, siendo secundado por las autoridades del Aero Club Argentino y la Sociedad Sportiva Argentina y el ministro de marina, Vicealmirante Juan Sáenz Valiente.

Sus esfuerzos llevan a la conformación de la Comisión Central Pro Flotilla Aero Militar Argentina, la que es reconocida oficialmente por el presidente Roque Sáenz Peña por decreto del 19 de julio de 1912 “como la única autorizada para recolectar fondos con destino a la adquisición de una flotilla aérea para el ejército y armada de la Nación”.

El 10 de agosto de 1912, el presidente de la Nación, Dr. Roque Saénz Peña, firma el decreto de creación de la Escuela de Aerostación y Aviación Militar, junto al ministro de guerra General de División Gregorio Vélez. En dicha resolución se establecía que mientras tanto no hubiera personal militar preparado en Aerostación y Aviación la Dirección Técnica se encontraría a cargo del Aeroclub Argentino y la Dirección Militar a cargo de Jefe del Ejército Argentino con el título de Director de la Escuela de Aviación Militar. La Dirección de la escuela pertenecería al Ministerio de Guerra.

El lugar elegido para instalarla fue un terreno perteneciente al Segundo Grupo de Artillería a Caballo, ubicado en El Palomar, en la provincia de Buenos Aires, cedido para el nuevo instituto. Luego en 1934 se mudaría a Córdoba, por un mejor clima, la proximidad de la Fábrica Militar de Aviones y la posibilidad de hacer vuelos en baja montaña.

el 14 de septiembre de 1912 fue aprobada por decreto presidencial, con carácter provisorio, la primera Reglamentación de la Escuela conforme el proyecto que fuera realizado por la Comisión Técnica del Aero Club Argentino. 

El parque aéreo se fue completando con las donaciones realizadas por la ciudadanía mediante diversas formas que fueron desde una suscripción publica, a funciones benéficas de teatro y festivales aéreos en Villa Lugano, pasando por concursos de dibujos alusivos, así como la emisión y venta de un millón y medio de tarjetas postales, a un costo de veinte centavos cada una.

Los fondos se aplicaron a la compra de tres aviones y pagar tres meses de sueldo para el piloto instructor, completando el saldo la donación de una empresa tabacalera de la época. A tales medios se le sumó el parque aerostático del Aero Club Argentino.

Entre los aviones fundacionales del período de 1912 a 1920, podemos citar al Bleriot XI, monoplano con motor Gnome de 50 hp, así como los Farman IV y VII, biplanos de entrenamiento y reconocimiento con alas de tela y estructura de madera, así como el monoplano Nieuport IV. En todos los casos de procedencia francesa. Asimismo se emplearon los Avro 504 procedentes del Reino Unido, un biplano de entrenamiento muy popular en la década de 1910–20. 

El primer brevet de Aviador Militar fue diseñado en 1913 por Jorge Lubary, miembro del Aeroclub Argentino, en una reunión de alas, hélice y rueda de inspiración francesa, que simbolizaban los elementos de la aviación de aquella época.

Nacían, pues, de tal forma, con participación cívica y tesón por estar a la altura de los progresos de la época, que proyectaban la actividad humana hacia el cielo, lo que ya en la época se denominaba como las Alas de la Patria.


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Provincias Unidas de Sudamérica, 1816. Las tierras del antiguo Virreinato del Río de la Plata han declarado su independencia de la corona española, en el peor de los momentos posibles. El nuevo país, libre pero cargado de dificultades y retos, apuesta a remontar sus derrotas en el Alto Perú, con el audaz plan de formar un nuevo ejército y cruzar la cordillera para batir a los realistas por el oeste.

En Chile, Sebastiana Núñez Gálvez ha visto desbarrancar su mundo de lujos, pero también oscuridades, tras la reconquista realista del país. Ajusticiado su esposo por liderar el bando patriota y confiscados todos sus bienes, malvive en la extrema necesitad. Una falta de todo que la ha hecho abjurar de cualquier creencia y hasta de su reputación, para conseguir subsistir.

El Mariscal español Marco del Pont lo sabe perfectamente, y le ofrece devolverle todas sus posesiones y alcurnia, a cambio de pasar a Mendoza y obtener el secreto mejor guardado del Gobernador de Cuyo y General en jefe de ese nuevo ejército, José de San Martín: por dónde pasarán sus tropas a Chile.

Sebastiana es una mujer decidida a todo para averiguarlo; apuesta para lograrlo a su antiguo y fuerte vínculo de amistad con la esposa del gobernador y General en jefe, Remedios de Escalada. No le importa tener que mentir, engañar o traicionar viejas lealtades.

Pero la imprevista relación con un oficial de granaderos trastocará sus planes. Alguien que, precisamente, debe mantener a los secretos de su jefe a salvo de los espías realistas. 

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