Cantantes y abogados
Por Luis R. Carranza Torres
Lo musical y lo jurídico convergen en la gente más de lo que a simple vista parece. En ambos hay que seguir reglas, los dos combinan técnica con creación. Tal sea por eso, la cantidad de músicos abogados que existen.
Ya sea en la soledad de la interpretación del piano, como Pili, o formando parte de una banda como Ale, no son pocos los que han combinado en su vida ambas expresiones.
Marcus Vinícius da Cruz de Melo Moraes, poeta brasileño y uno de los padres fundadores de la bossa nova, es uno de ellos. En 1929, inició sus estudios de derecho en Río de Janeiro. Por ese tiempo compuso las letras de diez canciones que fueron grabadas por los hermanos Tapajós. Cuando finalizó sus estudios, publicó dos libros: Caminho para a distância (1933) y Forma e exégese.
En 1938 fue a la Universidad de Oxford por una beca del gobierno británico. Allí escribió Novos Poemas. En 1943, vuelto a Brasil, ingresó en el cuerpo diplomático y publicó su libro Cinco elegías. Tres años más tarde, enviado a Los Ángeles como vicecónsul en su primer destino fuera del país publicó su obra Poemas, sonetos e baladas. Pero no sería hasta 1962, que compondría la letra de Garota de Ipanema, la más famosa de sus canciones, aunque originalmente se llamaba «Menina que passa». Pensada para una comedia musical en la que estaba trabajando Vinicius, no tardó en ser un éxito a nivel mundial.
El cantante, actor y compositor panameño Rubén Blades, se recibió de abogado en 1974 en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá. Hizo además un posgrado en la Universidad de Harvard. Además de eso, el creador de, entre otros temas, Pedro Navaja y Sorpresas, tiene tres doctorados honoris causa: uno en Estudios Chicanos de la Universidad de Berkeley, otro en Humanidades en el Lehman College en Nueva York y uno en Música del Berklee College of Music de Boston. Como diría su canción: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
Andrea Bocelli ya ofrecía pequeñas actuaciones en celebraciones familiares cuando al concluir la escuela media, se inscribió en la Universidad de Pisa, donde se licenció en Derecho. Durante ese tiempo, alternaba las clases jurídicas con las clases de canto que recibió del maestro y tenor italiano Franco Corelli. Llegó a ejercer durante un año, antes que la música lo reclamara por entero.
Además de DJ y productor musical, el holandés Armin van Buuren, es abogado recibido en la Universidad de Leiden en 2003, algo retrasado respecto de sus compañeros a causa de su pasión musical.
Por el lado de la música melódica en español, lo tenemos a Julio José Iglesias de la Cueva, conocido por casi todos solo como Julio Iglesias. De joven jugó como portero por el Juvenil B del Real Madrid Club de Fútbol, alternando ese deporte con sus estudios de licenciatura en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Tras un grave accidente en 1962 los dejó, igual que le ocurrió con el fútbol. Solo le faltaba una materia para obtener su título: derecho internacional privado. Terminó rindiéndola como rematriculado en el año 2001. Ya un ídolo de la canción, hubo que examinarlo con discreción para que el campus no fuera asaltado por sus múltiples admiradoras. Pero, aun manteniendo en reserva, no se libró el cantante, ni a la ida ni a la vuelta, de unas cuantas firmas de autógrafos y hasta de tener que fotografiarse con la gente de bedelía.
El examen se hizo en la primera planta de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, en el Departamento de Derecho Internacional. Dos catedráticos de la asignatura y el decano constituyeron el tribunal. Casi es obvio decir que aprobó, recibiéndose de letrado.
Paul Simon estudió durante un breve periodo en la Brooklyn Law School, pero la vida lo cruzó con su amigo Art Garfunkel en 1956, formando uno de los dúos más icónicos de esa década de 1960: Simon & Garfunkel. Compuso casi todas las canciones de los cinco álbumes del dúo, entre las que podemos citar "The Sound of Silence", "Mrs. Robinson", "America", "Bridge over Troubled Water" y "The Boxer". Después de la disolución del grupo en 1970, prosiguió carrera como solista.
Entre nosotros, Donald Clifton McCluskey, más conocido simplemente como Donald, cantante argentino de pop latino y balada cuyo pico de fama fue en las décadas de 1960 y 1970, lo es también. Al intérprete de canciones pegadizas como “Las olas y el viento”'. “Tiritando”, “En una playa junto al mar” y “Siempre fuimos compañeros”, entre otros, cuando era chico y le preguntaban que quería ser, no decía cantante sino abogado. Empezó la carrera, la dejó por la música, de grande la retomó y terminó de cursarla. En el año 1999, con 53 pirulos, dio la última materia: Derecho financiero y económico (un clásico, en este caso para el último examen). Pensó que cerraba una etapa de estudiante, pero al día siguiente lo llamó uno de los abogados de SADAIC, Darío Rodríguez Miglio, para que estudiara becado derecho de la propiedad intelectual en la Universidad de Palermo. Aceptó y actualmente alterna el ejercicio de la profesión en casos de derechos de autor y de intérprete, con shows musicales donde recrea sus éxitos e incorpora nuevas canciones.
Todos ellos prueban, entre bastantes más, esa extraña y fascinante atracción que el derecho y la música parecen tener, al unísono, en no pocas personas.
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