Una novela entre la lealtad y la traición
La traición ha sido siempre un acto de consideración ambivalente. "Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro", decía Georges Clemenceau, político y periodista francés. En la misma línea, Pedro Calderón de la Barca expresaba: "Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence".
En abril de 1982 no son pocas las cuestiones aciagas que cruzan por la mente y que azotan el espíritu de Gabrielle Sterling, una mujer joven y brillante, que paga un precio alto por tener una vida independiente. Debe pagar por la hospitalización de su padre, aquejado por una enfermedad mental degenerativa. Su carrera en el servicio civil inglés no avanza, pese a todos sus esfuerzos. Y la relación amorosa con su jefe en el ministerio de defensa ha terminado de mal modo: con la desilusión de saberse engañada.
De padre inglés y madre argentina, nacida en Buenos Aires pero criada desde chica en Inglaterra, siempre ha luchado por encajar en ese mundo de hombres, cerrado y machista que resulta Whitehall, esa pequeña porción de Londres desde donde se dirige al país y el sitio en el que estado inglés concentra sus órganos centrales.
En el peor día de su vida, un hombre misterioso se le acerca y la sorprende con propuesta peligrosa. De aceptar, deberá traicionar los principios en que ha sido educada, aunque también rescatará una parte olvidad de su vida: la que su madre le inculcó.
Inspirada en hechos reales y en acaso el secreto mejor guardado de la Guerra de Malvinas de 1982, su autor ficcionaliza, con rostro de mujer, a ese espía que desde las altas esferas del gobierno inglés filtró información de alto valor para los argentinos.
Como dice Hugh Bicheno, en su libro "Al filo de la Navaja" (Debate, Buenos Aires, 2009, p. 380): «De algún modo que se tuvo el cuidado de no investigar después de la guerra, en Buenos Aires se llegó a conocer el estado de Woodward. (...) Aunque no debe descartarse la traición deliberada, la fuente más probable eran los informes bajo cuerda de políticos y funcionarios británicos contrarios a la guerra y decididos a socavar la insistencia de Thatcher en una victoria contundente: cosa que no acota demasiado la lista de posibles traidores».
Tironeada en su vida familiar por dos culturas muy distintas, cruzada desde siempre por dos banderas, Gabbs deberá elegir un bando en ese conflicto desatado en el Atlántico Sur y que repercute en todas partes. Sobre todo, en los que hacen negocio con la guerra. Y en tanto la crisis bélica escala, pondrá su propia vida en juego para ser fiel a los valores que realmente la definen, en tanto se descubre cada vez más atraída por ese hombre misterioso.
Se trata de casi un fantasma tan osado como atrayente, que la ha empujado a llevar a cabo cosas que nunca había pensado podía hacer. En esa senda, deberá lidiar con intrigas, pasiones y acontecimientos imprevistos, mientras quienes la persiguen se hallan cada vez más cerca de descubrirla.
En medio de esa incertidumbre, pródiga en secretos, Gabrielle se sentirá más viva que nunca. Tal vez no esté traicionando a nadie, sino encontrándose, por primera vez, consigo misma.
"Imposible no simpatizar con Gabbs, sus problemas de mujer independiente en un mundo de hombres, su espíritu tironeado entre dos mundos. Tampoco puede dejar de sentirse esa pulsión suya, básica, arrolladora respecto de ese hombre misterioso, en teoría un enemigo", dice Megan Archer.
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