"Topos" literarios

 


por Luis Carranza Torres


El "topo" no es un agente encubierto más. Se trata de alguien que está infiltrado en una organización para anoticiar de sus secretos a otra, generalmente la rival de aquella.  

En materia de servicios de inteligencia ha sido uno de los mayores dolores de cabeza de una organización dedicada al espionaje, y todas ellas los han tenido: El MI 6 con los “Cinco de Cambridge” con Kim Philby a la cabeza, la CIA con Aldrich Ames, el KGB con Oleg Gordievsky,  Robert Hanssen en el FBI y hasta los israelíes han sido infiltrados. Pasa en las mejores familias, como reza el viejo dicho.

Como expresa en “Los grandes 'topos' del espionaje” Óscar Bellot, un artículo aparecido en El Correo, el 10 de julio de 2013: “Acostumbrados a moverse entre bambalinas, su pericia se calibra en función de su capacidad para obtener información sensible sin dejar rastro de su presencia. Son seres aparentemente grises cuyas actividades se desarrollan bajo la cobertura de tapaderas milimétricamente preparadas y que ocultan su verdadero rostro incluso a sus más allegados. Se juegan la vida para servir a su país y sólo de tarde en tarde el público tiene un atisbo de sus hazañas tamizadas por la pluma de escritores como John Le Carré o Frederick Forsyth que desvelan los engranajes de las acciones ocultas de los gobiernos en novelas que dejan al lector con la duda de si la ficción supera a la realidad o si ésta va mucho más lejos que aquella. El mundo en el que se desenvuelven cambia a velocidad de vértigo: los denostados enemigos de otros tiempos trocan a veces en incómodos aliados, las siglas a las que sirven mudan su faz. Pero, en el fondo, su labor sigue siendo la misma: adueñarse de aquello que rivales y amigos preferirían que jamás se supiese, borrando cualquier huella que permita seguir sus pasos”.

Esos topos o infiltrados han sido tocados por la literatura de espionaje no pocas veces. Quizás la primera obra al respecto, aunque pueda discutirse si no se trata de un primo cercano, el agente provocador, sea El agente secreto (The Secret Agent, su título original, en inglés). Se trata de una novela escrita nada menos que por Joseph Conrad, que fuera publicada en 1907. 

En el Londres de 1886, Mr. Verloc llega una vida en apariencia común, pero que no es más que una tapadera para sus actividades como espía. Temas como el anarquismo, el espionaje y el terrorismo son tratados de modo amplio en su trama.


El topo (Tinker, Tailor, Soldier, Spy en su título original) es una novela británica de espionaje escrita por John le Carré, quien en realidad se llama David John Moore Cornwell. Publicada en 1974, es la tercera parte de la saga de «Smiley» y la primera de la trilogía «Karla». El taciturno espía llamado George Smiley, tras ser sido forzado a retirarse del servicio secreto, es llamado nuevamente para que descubra la identidad de un agente doble soviético. 

No pocos entienden que se trata, por su nivel de intriga y la complejidad de sus personajes, de una de las mejores novelas del autor en el género. Tuvo su película, rodada en 2011 bajo la dirección de Tomas Alfredson y protagonizada por Gary Oldman, Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, John Hurt, Toby Jones y Ciarán Hinds.

En 1995, la Mystery Writers of America la incluyó en su lista de las cien mejores novelas de misterio de todos los tiempos.

El Factor Humano (The Human Factor) es una novela de espionaje de Graham Greene, publicada en 1978 y llevada al cine al siguiente año, dirigida por Otto Preminger, con un guion de Tom Stoppard y protagonizada por  Richard Attenborough, Nicol Williamson, Joop Doderer, John Gielgud e Iman, entre otros.    

Se aleja de las restantes, en el sentido de poner el foco de la trama en el propio topo y no en quienes buscan descubrirlo, como con Smiley en la obra de Le Carré.

Vemos así las razones de por qué Maurice Castle, un gris burócrata en el servicio secreto británico MI6 a punto de retirarse, fuga información de la Sección Africana para la KGB durante la Guerra Fría. Cuestiones sobre la lealtad, lo debido y las cuestiones de conciencias se muestran a lo largo de la trama. También, la paranoia de ser atrapado y la constante duda si realmente vale la pena lo que lleva a cabo, propias de esa particular cultura del secreto en los servicios de inteligencia. 


La saga de Bernard Samson de Leonard Cyril Deighton, más conocido solo como Len Deighton, que principia en 1983 con la publicación de “El Juego de Berlín” y culminará, nueve novelas después con Caridad (Charity su título original) en 1996, trata también del tema, dentro del contexto mucho más amplio del espionaje y sus bemoles morales. No podemos decir mucho más sin espoliar. 

"El juego de Berlín" se desarrolla en primavera de 1983, cuando Samson, un ser lleno de seguridades en lo político y de dudas en cuanto a su vida personal, debe pasar a la Alemania Oriental para poner a salvo una fuente de información mientras es cada vez más evidente que alguien espía desde lo alto de su propio servicio para los soviéticos.

Por su parte “El cardenal del Kremlin” (The Cardinal of the Kremlin en su idioma original) de Tom Clancy se ubica dentro de la serie protagonizada por su personaje Jack Ryan. Aparecida en 1988, tiene, entre la intriga política de la Guerra Fría y la guerra de guerrillas en Afganistán, la referencia al agente de más alto rango infiltrado en la Unión Soviética, cuyo nombre clave es, precisamente, "Cardenal".

En 2010 apareció la novela El topo, la segunda novela de Stella Rimington cuyo nombre de nacimiento es Stella Whitehouse,  sobre Liz Carlyle, una agente del servicio de antiterrorismo del MI5 a la que luego de convalecer por las heridas que le causó su anterior caso se me encarga investigar a varios colegas para descubrir quién de ellos es el infiltrado del IRA y neutralizarlo cuanto antes. 

Arturo Pérez-Reverte ha escrito lo suyo, también en este campo. En la Europa turbulenta presidida por la Guerra Civil Española, se desarrolla la trilogía del personaje “más fascinante de Arturo Pérez-Reverte desde el capitán Alatriste” según algunos. Allí, Lorenzo Falcó, ex contrabandista de armas y espía sin escrúpulos, tan cretino como encantador las veinticuatro horas del día, encontrará en un topo con cara de mujer la horma de su zapato. A la par de violencias varias, tramas de poder, suspense y pasión, en la novela inicial de la serie: Falcó, obra aparecida en 2016.

El último de estos Topos literarios resultaría La Traidora, aparecida en 2023 y escrita por un servidor. Una novelización de un hecho real, poco conocido: que la Argentina recibió, durante la guerra de Malvinas en 1982, información de inteligencia de alto nivel proveniente de su oponente. El Comando de las fuerzas argentinas estacionadas en las islas recibió varios avisos de lo que se denominaba un «amigo invisible».

Su nombre permanece todavía hoy en la bruma de las operaciones de inteligencias que salen bien libradas. Entre los libros que tocan el espinoso tema, se destacar el de Hugh Bicheno. Alguien que no resulta un historiador más. Durante la Guerra de Malvinas era un oficial de alto rango del MI 6, el servicio de inteligencia exterior de Gran Bretaña. 

Sobre el particular expresa que: «De algún modo, no investigado después de la guerra, en Buenos Aires se llegó a conocer el estado de la flota que comandaba Woodward. El 14 de junio, Galtieri le expresó a Menéndez que tenía información de inteligencia categórica y que lo único que debía hacer la guarnición militar de Puerto Argentino era aguantar unos días más porque los británicos estaban en las últimas. Aunque no debe descartarse la traición deliberada, la fuente más probable eran informes, bajo cuerda, de políticos y funcionarios británicos contrarios a la guerra y decididos a socavar la insistencia de Thatcher en una victoria contundente: cosa que no acota demasiado la lista de posibles traidores».

Con base en ese hecho real, ese “amigo invisible” como se le denominaba en Argentina, toma rostro de mujer en La Traidora. Gabrielle Sterling, de padre inglés y madre argentina, nacida en Buenos Aires pero criada en Inglaterra ve como la guerra entre ambas naciones le fuerzan a elegir un bando. Algo que ocurre en el peor momento de su vida, con una carrera en el servicio civil inglés que no avanza y una desilusión amorosa con su propio jefe en el ministerio de defensa inglés. 

Cuando un hombre tan desconocido como atrayente le propone ir en contra de todo cuanto se le ha inculcado, ella se adentrará en un camino sumamente riesgoso, pero, también, más que revelador de lo que realmente puede ser capaz. 

Como puede verse, los “Topos” son una temática particular y recurrente dentro del género del espionaje. 

Tal vez porque en ese mundo riesgoso de los cazadores de secretos donde los satélites y la inteligencia sobre frecuencias electromagnéticas o datos de ordenador parecen enseñorearse cada vez más, la figura del Topo parece reivindicar la primera y más clásica forma de la actividad del sigilo: aquel agente disimulado en territorio hostil, que librado a sus propios medios, se las ingenia para cumplir con la misión apelando solo a sí mismo.  

Un engañador de quienes engañan resulta asimismo, una suerte de devolución poética de atenciones. Una suerte de “ladrón que roba al ladrón”, en clave de inteligencia. 

Por todo eso, es un tema que seguirá convocando a la escritura de los autores del ramo del espionaje.  


Para leer más en el blog:



Un amor rebelde en una época convulsa

Los Lobos del Atlántico







SOBRE EL AUTOR DE LA NOTA: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversas asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El Corazón de la Espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021), Los Extraños de Mayo (2022) y La Traidora (2023). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.



Una ciudad: Londres.
Una mujer cruzada por dos naciones.
Una guerra inesperada.
Un hombre misterioso.
Una historia de espías.
Un amor que no distingue banderas. 

En abril de 1982 nada parece ir bien en la vida de Gabrielle Sterling. La relación con su jefe ha terminado en una desilusión amorosa y su carrera en el servicio civil británico no avanza. Sin embargo, la vida la sorprende cuando un hombre misterioso le hace una propuesta peligrosa. De aceptar, deberá traicionar los principios en que ha sido educada, aunque también rescatará es parte olvidada que su madre le inculcó. 
Tironeada por dos banderas, deberá elegir un bando en un conflicto que día a día se muestra más próximo. En ese proceso, pondrá su propia vida en juego mientras se siente cada vez más atraída por ese hombre misterioso.
En tanto la guerra escala, intrigas, pasiones y acontecimientos imprevistos la llevarán donde nunca antes había pensado estar, mientras quienes la persiguen se hallan más cerca de descubrirla. 
En medio de esa incertidumbre, Gabrielle se sentirá más viva que nunca. Tal vez no esté traicionando a nadie, sino encontrándose, por primera vez, consigo misma.  

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