Más que una heroína de historieta
Por Luis Carranza Torres
Su primera historia apareció publicada en Intervalo Anuario 17, el 21 de Diciembre de 1979. Llevaba como título el nombre del personaje y empezaba así: "Papá murió esta semana. Así nada más. Cuatro palabras desoladas para expresar el fin de mi mundo, de mi juventud, de toda una época de mi vida. Querido papá".
Escrito por Robin Wood y dibujado por Ernesto García Seijas, se trataba de un personaje muy diferente.
Tras una nota para la revista Gente de Robin Hood, hecha por la periodista Helena Goñi, le surgió la idea de crear al personaje. “En general, todas las personas que conozco terminan convirtiéndose en personajes de mis historias. Vos también…”, le dijo.
A pesar de ser inspirado en una persona real, quien la dibujara, Seijas, la dotó de un aspecto físico propio, en las facciones y hasta el peinado característico, que nada tenía que ver con la musa inspiradora.
Se trataba de la típica "morocha argentina" de la clase media: cabello y ojos oscuros. Pero también, educada, con aspiraciones, vocación de trabajo y empatía por los demás.
No solo era atractiva en lo físico. Era inteligente y decidida en el carácter. Vestía y se peinaba a la moda. Vivía en sus propios términos, se sostenía a sí misma con su trabajo, no necesitaba ser salvada por sus compañeros masculinos sino que por lo general, era al revés.
Romántica y soñadora, podía también ser una buena amiga, en particular para el género masculino. Trataba con los hombres de igual a igual. Año 1979, nada menos.
Sus rulos llegaron a ser icónicos, deviniendo en un peinado que muchas imitaron. Cómo lograr el estilo "Helena" fue en algún punto materia de controversia, una en que los partidarios de entenderlo natural, siempre estuvieron en franca minoría. "Muy lacio arriba y muy enrulado abajo, como para ser algo traído de la cuna. Como mina independiente que era, olvidate que anduviera con ruleros todo el día o durmiera con ellos. Esta se hacía la permanente", en opinión de una especialista en la materia que, además, era fan del personaje desde chica.
La historia parece darle la razón: la entrega titulada "Novela rosa" empieza en una peluquería con ella en ruleros junto a su amiga Ester dando toda la idea que son fruto de la labor de Miguel, un peluquero que la desatiende para ir a pelearse con alguien que lo llama por teléfono... de línea. Luego, como dice ella "El milagro ha ocurrido" por lo que "Ya estamos lindas y peinaditas, devueltas al mundo" al salir del salón.
Pero lo principal en ella, más allá de lo que hiciera en su cabeza o con cualquier otra estética, es lo que llevaba a cabo en su vida: resultaba, como diríamos hoy, una persona de recursos emotivos y resiliencia frente a cualquier adversidad. Parte principal de esa independencia era que siempre evitaba la victimización, poniéndose los problemas al hombro. No solo los propios, sino también los de los demás a quienes cruzaba en el camino. Por lo general, mujeres.
Decidida, empática, solidaria. Una triada difícil de pasar por alto en el mundo de sus lectores. Tanto, como su vida independiente. Pero no siempre ha sido de esa forma.
De hecho, hasta los 24 años ha vivido bajo el ala protectora paterna, entre los algodones de una clase media de la época, sin privaciones. La muerte de ese padre protector, la arroja al mundo. Consigue un trabajo y se encuentra el gusto a mantenerse a sí misma. Pelea de abajo en una redacción hasta subir peldaño por peldaño, lograr ser enviada como corresponsal a Europa y, en las postrimerías de la historia, convertirse en la escritora que siempre sonó.
«Helena» se convirtió en un éxito donde escritor y dibujante lograron una simbiosis como en pocos casos, totalizando un centenar de episodios a lo largo de una década.
Como cuenta Ariel Avilez en Sus personajes: Helena, ella a pesar de estar rodeada de hombres y hasta de "filtrear" como se decía en la época con la mayoría, "no conoce el amor sino hasta que se topa con el enigmático Harry Jones, un periodista inglés ganador del premio Pulitzer que vivió en sus cuatro décadas más de lo que viven juntos diez hombres de su edad. Corresponsal de guerra, divorciado, con una hija adolescente que lo odia, el hombre es un borracho empedernido acechado por fantasmas inconfesables pero apreciado por sus amigos y codiciado por decenas de editoriales de todo el mundo. Harry y Helena inician un apasionado e intenso romance con muy pocas posibilidades de futuro, no sólo por la tendencia autodestructiva del tipo, sino también por su imposibilidad de echar raíces."
Como pueden verse, el Harry era un varón tan complejo como ella misma.
En todos ellos podía verse a una mujer dueña de su propio destino. Y eso le granjeó a Helena no sólo la admiración de muchas de sus congéneres de carne y hueso sino de no pocos hombres.
Un amor rebelde en una época convulsa