Deseos a las estrellas y la literatura infantil
por Luis Carraza Torres
Aprende a leer es solo una parte del asunto. Y acaso, la más simple. Solo se trata de la puerta de entrada a un universo mucho más basto, presidido por el interés de leer. Comprender, analizar, procesar un texto, pero también disfrutarlo, soñarlo, trasladarse a otros mundos son algunos de los viajes interiores de palabras que enriquecen, dan sentido y hasta fortalecen a una vida en recursos tanto emocionales como actitudinales.
Saber leer y querer hacerlo son dos cosas muy distintas. De hecho, en este mundo nuestro, no es una mayoría quien tiene lo uno y lo otro a un mismo tiempo. De allí que brindar a los niños el acceso a una variedad de literatura hecha a su medida, es el primer paso para desarrollar el interés por la lectura hasta volverlo pasión o costumbre. Un hábito que hace creer exponencialmente no sólo el éxito en la escuela o en el entorno laboral, sino que también determinante para poder desarrollarse como persona y lograr la mejor y más aceptable versión de uno mismo, de adulto.
En este sentido, la literatura infantil es cualquier literatura que pueda ser disfrutada por los niños. Son un público tan específico como complejo de satisfacer. Por eso mismo, no cualquier autor puede escribir ese tipo de obras. De hecho, generalmente se entiende que es el tipo de escritura que mayores dificultades y desafíos presenta, donde la historia es apoyada desde lo visual y hasta lo pedagógico.
Es por eso que el libro infantil tiene elementos que lo vuelven una obra de rasgos particulares y que son claves para su éxito en la dimensión lectora: La historia se estructura en torno de una idea central, única y simple. No hay subtramas en el género. Tienen personajes y miradas del mundo estructurados a la medida de sus lectores. Aun la ficción debe parecer real. El componente moral o de aprendizaje preside la historia del caso.
No son, a diferencia de la mayoría de los géneros literarios, solo texto. Los niños son lectores visuales y parte tanto del aprendizaje como del hábito lector es ir de la imagen a la abstracción de la palabra. No se concibe, por tanto, un buen libro infantil sin ilustraciones de buena factura, que llamen la atención del lector iniciático. Tales imágenes, asimismo, ofrecen un elemento de emoción para persistir en la lectura.
Deseos a las estrellas de Florencia Alifano, cumple sobradamente con todos esos recaudos del género. Cuenta a través de sus páginas la historia de Ana y su mamá. Un paseo por la calle que se transforma en un camino hacia una sorpresa: los pasos de ambas se dirigen, se averiguará después, hacia el hogar de niños de la ciudad, para sumar un nuevo integrante a la familia.
A través de las preguntas y repreguntas de Ana, se tratan cuestiones como el origen, la pertenencia, lo que es la adopción y los sentimientos que la provocan, así como la confianza y el amor propio que todo ser humano debe tener. Y cuanto antes, mejor.
Inclusión, adopción, bulling, empatía, respeto y el que la familia es un término que puede adoptar variada tipología, son algunas de las cuestiones que campean en sus texto e imágenes. Todos ellos, tocados de modo transversal por el amor como sentimiento que construye y multiplica dignidad en todas las vidas.
Flor Alifano, psicóloga y escritora, y Juli Ferrero, artista plástica e ilustradora, llevan a cabo en Deseos a las estrellas, una particular y atrayente simbiosis entre el juego del texto con las ilustraciones. Algo que la impecable edición de la editorial Del Fondo potencia.
Una historia atrapante e intensa, que también es reflejo de lo ocurrido en la vida de su autora textual, como cuenta Flor al final del texto, que también incluye una orientación para adultos de la psicóloga especializada en orientación a padres, Maritchu Seitún.
Una última página, de recuadro en blanco, con el título “Mi historia” invita al lector a sumar su propio aporte, por escrito, a esa obra.
Todo eso hace cobrar una multidimensionalidad a la obra, que puede ser leía, y aun escrita, en distinta clave por otros públicos, padres o con deseos de serlo, hijos u otros ligados a la temática de la adopción, sin distinción de causa.
Como se expresa en la contratapa, a más de una bellísima historia, contada e ilustrada con acabado esmero, se trata de una herramienta para hablar de temas tan sensibles y profundos como la adopción o el bullying o los vínculos entre las personas y familias.
En suma, muchos libros en uno solo. Y un muy buen fruto de la creatividad dentro del género infantil.