El sentido profundo de La Scaloneta
por Luis Carranza Torres
La selección argentina dirigida por Lionel Scaloni tiene un apodo famoso: La Scaloneta. La palabra surge a partir del apellido del técnico. De orígenes inciertos, todo indica que se originó luego de la victoria argentina por 3 goles a 0 frente a Ecuador en los cuartos de la Copa América 2021.
Por entonces, el futbol argentino acumulada la marca de 28 años sin títulos. Tras la decepción en el mundial de Rusia 2018 donde Argentina finalizó en el puesto 16, habiendo obtenido solo cuatro puntos en cuatro partidos, con una diferencia de gol de -3, producto de seis convertidos y nueve recibidos. De tal forma, resultaba el peor de los equipos que eliminados en octavos de final.
Era su segunda peor posición histórica, luego del puesto 18° en el Mundial de Corea-Japón 2002, dirigidos por Marcelo Alberto Bielsa, donde no logró superar la fase de grupos.
El 1 de junio de 2017, Jorge Luis Sampaoli había asumido como entrenador de la selección argentina con un contrato de cinco años, hasta el Mundial 2022. Tras la actuación en Rusia, abandonó el cargo el 15 de julio de 2018.
Nadie quería tomar la posta de la dirección técnica tras la debacle. Entonces, apareció Lionel Scaloni, con una gran carrera futbolística por detrás pero ningún pergamino en cuanto a conducción técnica. Pocos le ponían fichas hasta lograr la Copa América de 2021.
El técnico supo conformar un grupo humano y un modo de juego en la cancha que volvió a ilusionar a los hinchas argentinos en tal campeonato.
Luego del partido con Ecuador la emoción brotó en las redes y los memes no se hicieron esperar. Algunos de ellos tenían como protagonista al técnico manejando un colectivo antiguo con la frase "La Scaloneta".
No tardaría en ser la referencia amistosa para esa selección. Una denominación que llevó a tener implicancias y efectos insospechados.
No solo ha sido reiteradamente tendencia en las redes: Twitter le agrega automáticamente una bandera argentina a cada tweet que tiene el hashtag #LaScaloneta. Hasta ahí se ha llegado en el mundo virtual.
La denominación, asimismo, ha pasado a las enciclopedias en línea. Es así que el apéndice argentino de la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española la refiere en un artículo en su sitio web donde se expresa: “La Scaloneta, con mayúscula y sin cursiva ni comillas, es la grafía recomendada del nombre popular o alternativo por el que se conoce a la selección argentina de fútbol masculino dirigida por Lionel Scaloni. El nombre alternativo Scaloneta está formado por el apellido del actual director técnico de la selección argentina de fútbol masculino, Scaloni, y el sufijo -eta”.
A pesar del obvio reconocimiento hacia su dirección técnica, el propio interesado no gusta de tal denominación. El cual ha dicho en declaraciones que: "La verdad, me pone incómodo. Pero no puedo hacer mucho, solo agradecer el cariño de la gente para con la selección. Si a la gente le gusta, la pasa bien con el equipo, está bien. Pero la verdad es que me pone incómodo".
Más allá de dicho sentimiento, la denominación se ha masificado y prendido en el uso de la mano de una nueva era en el futbol argentino a nivel selección, que se consagró campeona de América ante Brasil en el propio estadio Maracaná y mantuvo desde entonces un invicto de 36 partidos que se cortó en el primer partido del mundial de Catar 2022 ante Arabia Saudí.
Allí probó una capacidad de resiliencia y cohesión antes la adversidad que, lejos de achatarse, permitió surgir con mayores fuerzas, ganando a partir de allí los partidos restantes de su grupo contra México y Polonia, así como contra los Países Bajos por penales en cuartos y a Croacia por tres tantos, lo que lo lleva a la final.
En este punto, La Scaloneta se ha convertido en un sinónimo no solo de pertenencia a una selección sino de esfuerzos, trabajo a conciencia y capacidad de aguantar los malos momentos. Una lección colectiva que, en un tan propenso a la individualidad carente de toda empatía, no es poco y deja grandes lecciones mucho más allá de lo futbolístico.
Diez curiosidades de la Copa América
Un amor rebelde en una época convulsa
Constanza y la botadura del Bismarck
NOTICIA DEL AUTOR: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El corazón de la espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021) y Los Extraños de Mayo (2022). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.
Francia, mayo del 68, los estudiantes ganan las calles. Una rebelión está a punto de estallar. Y el mundo ya no volverá a ser el mismo.
En tiempos de ebullición, cuando todo parece querer estallar, es posible pensar un mundo distinto. Hay, en ese pensamiento, algo que se vuelve vital, que entusiasma: todo el tiempo se está en la barricada, hasta que, finalmente, el mundo cambia.
Alan llega a Francia. El mundo conocido por él ha quedado atrás y todo lo que sabía de este, al que acaba de llegar, ha quedado obsoleto. Ya no es la realidad atildada y circunspecta que ha conocido a través de los libros y las historias de su familia, sino que se encuentra una París en efervescencia, en la que se discute en cada café al psicoanálisis de Lacan y a los Rolling Stones, al cine de la nouvelle vague y la Guerra de Vietnam, a los hippies y a la revolución sexual.
También, además de esa realidad que lo deslumbra, Alan encuentra a Adèle, que lo guía en ese mundo nuevo para él. En medio de ese vínculo, que nace sin que lo hayan planeado, estallan las protestas del mayo francés de las que Alan y Adèle forman parte del lado de los estudiantes. Creen, como todos ellos, que pueden cambiar el mundo. Creen, también, a pesar de sentirse extraños, que son invencibles.
Autor: Luis Carranza Torres
Editorial: Vestales
Páginas: 384
