Acorazados clase Rivadavia

 


Por Luis Carranza Torres


El ARA Rivadavia fue un acorazado tipo dreadnought de la Armada Argentina, gemelo del ARA Moreno y cabeza de la clase del mismo nombre. Fue construido por el astillero Fore River Shipyard de Quincy, Massachusetts. El contrato de construcción entre el astillero y el Gobierno argentino se firmo el 22 de Enero de 1910. Fue puesto en gradas ese mismo año, botado un año después y asignado a la Armada Argentina en 1914.

Al momento de ser encargado, posiblemente era el acorazado más avanzado de la época. Si bien pronto fue superado por otros diseños en uno de los períodos de mayor desarrollo de los buques de guerra en la historia del mundo.

Presentaba en su diseño características únicas, que combinaba influencias tanto de Estados Unidos como europeas. Los palos de celosía y las torres superpuestas en disposición axial a proa y popa, eran propias de los estadounidenses; sin embargo, la posición de las torres del combes en diagonal y a los lados de las bandas era británica y la batería secundaria de 152 mm se acomodaba al estilo de las baterías alemanas en casamata. 

Tal diseño fue obtenido tras hacer competir en sus propuestas a fabricantes europeos y de Estados Unidos para finalmente contratar una opción mixta que tomó partes de cada una de ellas. Costó 2.214.000 libras esterlinas de la época, aproximadamente unos trescientos millones de dólares al año 2023. 

La marina argentina buscaba con ellos entrar en la nueva tendencia de los acorazados impuesta por el concepto “Dreadnought”, buques muy protegidos con un armamento pesado de calibre único y propulsión mediante turbinas de vapor. Se trató de un gran salto cualitativo para la marina de nuestro país, ya que sus anteriores buques de línea eran acorazados costeros de 2.300 toneladas, 70 metros de eslora y 2 cañones de 240 milímetros.

El Rivadavia y su gemelo, en cambio, desplazaban 31.000 toneladas a plena carga, en un casco de 178,3 metros de eslora, contando con 12 cañones de 305 milímetros en seis torres dobles, más otros 12 cañones de 152 milímetros (6 por banda), artillería antiaérea de 76 y 40 milímetros, además de 2 tubos lanzatorpedos de 533 milímetros. Un verdadero arsenal flotante. 

Su planta motora se componía de 13 calderas Babcok y tres turbinas a vapor "Curtís" 50.000 HP que le otorgaban un radio de acción de 7.000 a 9.000 millas, dependiendo la velocidad. Esta podía llegar a los 23 nudos máxima, siendo la de 13,4 nudos la más económica. Su combustible original era carbón aunque posteriormente fue transformado a petróleo. Tenía una tripulación alcanzaba a los 1220 hombres.

Entre 1924 y 1925 ambos buques son sometidos a un extenso proceso de modernización, cambiando su grupo propulsor al combustible por petróleo, modernizando la artillería con hincapié en la antiaérea, se instalan directores de tiro modernos, se actualiza el sistema lanzatorpedos, el timón y transmisiones de eje de hélices. Todo ello aumenta el desplazamiento en 1000 toneladas. Los trabajos se realizaron en Boston, Estados Unidos.

Durante su vida operativa fueron buques embajadores de la argentina en largas travesías de cortesía por el mundo, y participando en variadas revistas navales. También, de misiones poco usuales como el traslado de oro metálico para la Caja de Conversión desde Estados Unidos a la Argentina, en 1918. 

Después de servir en la armada argentina por más de cuatro décadas fue retirado junto a su gemelo de servicio activo en 1952 y vendidos para desguace en 1957 a la empresa genovesa Azienda Ricupiere e Demolizione. Con el producido de ambas transacciones la marina obtuvo los fondos suficientes para comprar su primer portaaviones el ARA Independencia en 1958.


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NOTICIA DEL AUTOR: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El corazón de la espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021) y Los Extraños de Mayo (2022). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba. 



Francia, mayo del 68, los estudiantes ganan las calles. Una rebelión está a punto de estallar. Y el mundo ya no volverá a ser el mismo.

En tiempos de ebullición, cuando todo parece querer estallar, es posible pensar un mundo distinto. Hay, en ese pensamiento, algo que se vuelve vital, que entusiasma: todo el tiempo se está en la barricada, hasta que, finalmente, el mundo cambia.

Alan llega a Francia. El mundo conocido por él ha quedado atrás y todo lo que sabía de este, al que acaba de llegar, ha quedado obsoleto. Ya no es la realidad atildada y circunspecta que ha conocido a través de los libros y las historias de su familia, sino que se encuentra una París en efervescencia, en la que se discute en cada café al psicoanálisis de Lacan y a los Rolling Stones, al cine de la nouvelle vague y la Guerra de Vietnam, a los hippies y a la revolución sexual.

También, además de esa realidad que lo deslumbra, Alan encuentra a Adèle, que lo guía en ese mundo nuevo para él. En medio de ese vínculo, que nace sin que lo hayan planeado, estallan las protestas del mayo francés de las que Alan y Adèle forman parte del lado de los estudiantes. Creen, como todos ellos, que pueden cambiar el mundo. Creen, también, a pesar de sentirse extraños, que son invencibles.

Autor: Luis Carranza Torres

Editorial: Vestales

Páginas: 384

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