Un cuadro trágico y atacado

 





por Luis Carranza Torres


Concluida en 1885, es una de las obras principales de la producción del pintor ruso Iliá Repin, del realismo ruso y una de las pinturas con mayor intensidad psicológica de la historia del arte. 

Iván el Terrible y su hijo o Iván el Terrible y su hijo el 16 de noviembre de 1581 es su título completo.

El trasfondo histórico que refleja la pintura no es menos dramático que su imagen. Iván IV el Terrible , primer zar del Imperio Moscovita, experimentaba frecuentes ataques de cólera, más allá de su implacabilidad para gobernar. En uno de ellos, trató de golpear con un bastón a la esposa de su hijo estando embarazada por vestir ropas poco ortodoxas; el zarevich y heredero al trono salió en su defensa enfrentándose a su padre, por lo que recibió un fortísimo golpe en la sien que lo mató. 
Luego de propinar el golpe, el zar se arrojó sobre su hijo en un esfuerzo desesperado para tratar de parar la salida de la sangre. 

Ese es el instante que refleja el lienzo, de un modo realista y conmocionante, sin metáforas pictóricas ni idealizaciones. 

Se trata de un óleo sobre lienzo de 2 metros por 2,54. La pintura muestra a un horrorizado Zar Iván que abraza a su hijo agonizante, a quien fruto de un acceso de furia acaba de golpear provocándole una herida mortal. El detalle del espanto en la cara y, sobre todo, en los ojos del del padre tiene un contrapunto en la expresión serena del hijo moribundo.

El artista empleó a un amigo suyo como modelo del zar Ivan el Terrible, Grigoriy Myasoyedov, y al escritor Vsévolod Garshin para el zarevich Ivan Ivanovich. 

  La obra, de género histórico, pertenece al movimiento realista ruso de la segunda mitad del siglo XIX y es uno de los cuadros más famosos y controvertidos de Rusia.

El cuadro fue vendido por su creador a Pavel Tretyakov para exponerlo en su Galería Tretiakov de Moscú, en donde se exhibe actualmente. 

Si la mirada sacada de Iván El Terrible es por caer en la cuenta de que ha matado a su hijo o porque él mismo ha acabado con su legado al hacerlo, es materia de discusión. Lo que sí no resulta controvertido es la tensión dramática de esa mirada. 



Es uno de los cuadros rusos más famosos, polémicos y más vandalizados. En 1913, Abram Balachov acuchilló al lienzo, produciéndole tres cortes paralelos sobre las caras de las figuras. El hecho causó que el director de la Galería Tretyakov, Ilya Ostroukhov, renunciara, en tanto el curador de la galería, otro pintor, Gueorgui Khrouslov quedó tan conmocionado por el vandalismo, que se arrojó debajo de un tren. Padecía, además, tuberculosis. 

El propio Repin volvió a Moscú desde Finlandia para restaurar su obra, entendiendo el ataque como una manifestación del odio hacia el estilo artístico que encarnaba. Figuras públicas como el poeta Maksimilián Voloshin vieron con simpatía el ataque. 

Un segundo ataque a la obra sucedió el 25 de mayo de 2018 por un visitante ebrio que golpeó el cristal de seguridad del cuadro con uno de los postes de metal de seguridad que sostenían la cuerda de separación con el público. Esta vez, si bien el lienzo se rasgó en tres lugares, no se vieron afectadas los rostros de las figuras. El lienzo pesado usado por el artista al crear la obra, ha sido de gran valía para soportar tales ataques. 

Como ha pasado otras veces, la carga psicológica de la pintura parece hacer reaccionar en la peor forma a quienes acarrean con algún trastorno en la materia. 

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Una novela entre la lealtad y la traición


Un amor rebelde en una época convulsa

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SOBRE EL AUTOR DE LA NOTA: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El Corazón de la Espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021), Los Extraños de Mayo (2022) y La Traidora (2023). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.



Una ciudad: Londres.
Una mujer cruzada por dos naciones.
Una guerra inesperada.
Un hombre misterioso.
Una historia de espías.
Un amor que no distingue banderas. 

En abril de 1982 nada parece ir bien en la vida de Gabrielle Sterling. La relación con su jefe ha terminado en una desilusión amorosa y su carrera en el servicio civil británico no avanza. Sin embargo, la vida la sorprende cuando un hombre misterioso le hace una propuesta peligrosa. De aceptar, deberá traicionar los principios en que ha sido educada, aunque también rescatará es parte olvidada que su madre le inculcó. 
Tironeada por dos banderas, deberá elegir un bando en un conflicto que día a día se muestra más próximo. En ese proceso, pondrá su propia vida en juego mientras se siente cada vez más atraída por ese hombre misterioso.
En tanto la guerra escala, intrigas, pasiones y acontecimientos imprevistos la llevarán donde nunca antes había pensado estar, mientras quienes la persiguen se hallan más cerca de descubrirla. 
En medio de esa incertidumbre, Gabrielle se sentirá más viva que nunca. Tal vez no esté traicionando a nadie, sino encontrándose, por primera vez, consigo misma.  


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