Mil mujeres en una
por Luis Carranza Torres
Marianne Faithfull ha fallecido este 20 de enero de 2025 a los 78 años. Actriz, cantante, modelo, ícono de una época, musa de los Rolling Stones, pareja de Mick Jagger y símbolo de la rebeldía juvenil de la década de 1960.
“Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull. Ha muerto hoy en paz en Londres, en compañía de su querida familia. La echaremos mucho de menos”, expresó el comunicado de su portavoz que dio a conocer la noticia.
Fue un ícono de una época en que había que destacar para serlo. No solo se convirtió en referencia de muchas mujeres por su belleza, había en ella también actitud, encanto y carácter. Parte de una nueva generación femenina que en la década de 1960 comenzó a controvertir a casi todos los usos y costumbres sociales.
Por eso, en mi novela Los Extraños de Mayo, ambientada en 1967 y 1968, no podía dejar de estar. Cuando Adèle y Alain cambian un concierto íntimo de Françoise Hardy por otro multitudinario The Rolling Stones, ella no podía faltar allí.
Alain la describe de esta forma, en primera persona, como uno de los miles de jóvenes a los que tenía hechizados por motivos varios:
“Por debajo del escenario había un sector demarcado por una serie de vallas bajas, formando un recinto para los pocos allí que verdaderamente tenían una conexión con la banda de los chicos malos. Divisé a Marianne Faithfull, la pareja del cantante del grupo, junto a las otras esposas y algunos acompañantes. Seguía la música con mucha más parsimonia que el resto. Con su característica melena dorada y flequillo tupido hasta las mismas cejas, tenía una mirada ausente y sus movimientos eran lentos y torpes. Hija de una aristócrata austríaca y un oficial del ejército británico, había saltado al escándalo del momento al ser en ese año de 1967 la primera persona en utilizar la palabra fuck, tan burdamente sexual, en una película que no fuera pornográfica: I'll Never Forget What's'isname.
Era la chica mala del momento, como Hardy estaba en el bando de las buenas. Tal vez no fueran tanto ni una ni otra y solo se trataba de dos rótulos más en la histeria de esa sociedad que se lanzaba al vacío esperando encontrar una red que la atrapase y contuviera”.
Referente cultural a lo largo, cuanto menos de dos décadas, influyó en la manera de vestir, peinarse, y pensar la vida de muchas mujeres alrededor del mundo.
Su relación con la música inicio en 1964 con la 'As tears go by', de autoría de Keith Richards y Mick Jagger nada menos. Mick no tardó en enamorarse de ella, siendo pareja entre 1966 y 1970 en una turbulenta relación sentimental.
Alain Delon, Marianne Faithfull,
y Mick Jagger en una fiesta en 1968.
Sus actuaciones cinematográficas reforzaron su popularidad mediática. I'll Never Forget What's'isname de 1967, The Girl on a Motorcycle al siguiente año, nada menos que con Alain Delon y Hamlet de 1969 donde demostró poder con papeles shakespearianos.
Fue una persona que no solo vio la parte agradable de la fama pública, sino que también debió lidiar con sus aspectos más negativos. En 1967 debió comparecer a un juzgado de Chichester, donde fue condenada por posesión de drogas junto a Mick Jagger y Keith Richards. La prensa se hizo un festín del asunto. Como dos años después, cuando debió ir a otro juzgado, esta vez en Marlborough Street junto a Mick.
También conoció los más oscuros abismos a que llevan las adicciones. Tras romper con Jagger, diversos problemas personales la condujeron durante la década de 1970, como la anorexia o su adicción a la heroína, la condujeron a terminar como vagabunda y vivir en la calle. Pero se sobrepuso a la adversidad, ingresando en un programa público de desintoxicación, demostrando una resiliencia poco común. Fue cuando no pocos la tuvieron como referente, ya no de belleza y estilo, sino por su capacidad de afrontar los tiempos más duros.
Su álbum Broken English de 1979, aclamado por la crítica, marcó su regreso a la música le consiguió una nominación al Premio Grammy como mejor artista vocal femenina de rock. Otras de sus obras son Dangerous Acquaintances de 1981, A Child's Adventure dos años después y Strange Weather de 1987, seguidas de Kissin' Time (2002) y Before the Poison (2004).
Prueba de su vigencia en el imaginario colectivo fue el hecho de que escribió tres autobiografías: Faithfull: An Autobiography de 1994, Memories, Dreams & Reflections de 2007 y Marianne Faithfull: A Life on Record aparecida en 2014.
“Siento no haberles dado más cariño a mis padres, pero, por lo demás, no me arrepiento de nada de lo que hice en el pasado. Los remordimientos siempre están ahí, pero creo que el arrepentimiento es un sentimiento bastante estúpido”, dijo en el primero de tales libros.
Dueña de una vida extensa e intensa, fue muchas en una. Su muerte marca la desaparición no sólo de un ícono de una época pasada, sino también de un símbolo muy actual, que el ser humano puede sobreponerse a sus peores monstruos internos.
Para leer más en el blog:
Un amor rebelde en una época convulsa
Francia, mayo del 68, los estudiantes ganan las calles. Una rebelión está a punto de estallar. Y el mundo ya no volverá a ser el mismo.
En tiempos de ebullición, cuando todo parece querer estallar, es posible pensar un mundo distinto. Hay, en ese pensamiento, algo que se vuelve vital, que entusiasma: todo el tiempo se está en la barricada, hasta que, finalmente, el mundo cambia.
Alan llega a Francia. El mundo conocido por él ha quedado atrás y todo lo que sabía de este, al que acaba de llegar, ha quedado obsoleto. Ya no es la realidad atildada y circunspecta que ha conocido a través de los libros y las historias de su familia, sino que se encuentra una París en efervescencia, en la que se discute en cada café al psicoanálisis de Lacan y a los Rolling Stones, al cine de la nouvelle vague y la Guerra de Vietnam, a los hippies y a la revolución sexual.
También, además de esa realidad que lo deslumbra, Alan encuentra a Adèle, que lo guía en ese mundo nuevo para él. En medio de ese vínculo, que nace sin que lo hayan planeado, estallan las protestas del mayo francés de las que Alan y Adèle forman parte del lado de los estudiantes. Creen, como todos ellos, que pueden cambiar el mundo. Creen, también, a pesar de sentirse extraños, que son invencibles.
