El mejor tono literario de don Arturo

 






por Luis Carranza Torres


No es fácil elegir entre los libros de un escritor admirado. Máxime, cuando ha producido tantas y tan buenas obras. Pero si he de quedarme con uno de ellos, elijo al primero que leí: La Sombra del Águila. Ese mismo que me hizo convertirme en fan del autor. 

No es simplemente nostalgia o algo sentimental. No fue la historia en sí, como la forma en que fue contada. Cautivante. La razón ese enganche: su tono. 

El tono narrativo se refiere a la actitud o emoción que transmite el narrador a través de sus palabras y estilo. Es la atmósfera general que crea la narración. Se trata de la forma en que el narrador expresa sus emociones, opiniones y valores a través de su estilo narrativo. 

Forma parte de ese tipo de elementos que a priori pasan desapercibidos para el lector, y que solo será advertido por lectores atentos. Sin embargo, aun sin percibirse, su influjo es determinante a la luz de establecer una conexión emocional con el testo.

En tal sentido, el lenguaje es probablemente la herramienta más eficaz para transmitir el tono. En La La Sombra del Águila es la tercera persona más cercana a la primera que había leído hasta entonces. Un relato directo, poblado de onomatopeyas y reflexiones de la vida diaria, que te hace sentir uno más de esos desdichados, soldados de una guerra que no buscaron y de la que no pueden escapar aunque lo intenten. 

Ese sarcasmo que desnuda sin concesiones una historia terrible, pero también de resiliencia. Fulanos comunes destinados a ser héroes, y a pagar el precio enorme que eso implica. Pera luego, pasar a meros sobrevivientes.  

Echamos mano al libro Escribir. Manual de técnicas narrativas, de Enrique Páez para distinguir tono de registro. El primero es la calidad de voz del narrador, lo emocional hacia los personajes y la historia, sea poco o mucho, se involucre o marque distancia con lo que se narra. Por registro lingüístico, en distinto sentido, queda comprendido el uso de un determinado nivel de lengua por el narrador y los personajes, que puede ser culto, popular, infantil, coloquial o propio de ciertos grupos. 

No por nada, para Mario Vargas Llosa el narrador resultaba el personaje más importante en cualquier novela. Desde su perspectiva, el narrador no era simplemente quien cuenta la historia, sino el que la estructura, la manipula y la transforma en una experiencia estética y crítica. En La verdad de las mentiras, tiene un análisis bastante completo y profundo de las diversas formas que puede adoptar. 

Y en la composición de dicho narrador, el tono ocupa un lugar central, acotamos de nuestra parte.

 Como se lee en la propia web del autor: "La sombra del águila narra una historia ficticia basada en un hecho real: Durante la campaña de Rusia de 1812, en un combate adverso para las tropas napoleónicas, un batallón de antiguos prisioneros españoles, enrolados a la fuerza en el ejército francés, intenta desertar, pasándose a los rusos. Interpretando erróneamente el movimiento, el Emperador lo toma por un acto de heroísmo y ordena en su auxilio una carga de caballería que tendrá imprevisibles consecuencias".

En tal sentido, no debe olvidarse que: "Toda epopeya implica un sentido heroico de la existencia, pero los triunfos que cantan las gestas siempre llevan aparejado un fulgor trágico; en este caso, el del esfuerzo de una infantería española cuyo halo legendario y prolongada racha de victorias no estuvieron exentos de sufrimientos, descalabros y fracasos", nos dice Fernando Martínez Laínez en la introducción a su obra Hermanos de Sangre, respecto de los tercios españoles, pero que quien puede predicarse respecto de la campaña de Napoleón a Rusia de 1812 con la Grande Armée. Y a la particular participación de una unidad de infantería española que Arturo Pérez-Reverte narra magistralmente en la Sombra del Águila. 

Es tal dualidad, explotada sin concesiones, sin siquiera conceder a la lucha el viso de algo racional, lo que determina el tono ácido, burlesco, que me cautivó en la obra. No solo registra la magnificencia y las pérdidas que la lucha y la muerte en la batalla traen. 

También, muestra a la guerra como es: el acto ególatra de unos pocos, ambicioso de otros, que surca a veces de modo terrible la vida de muchos otros. Lo mismo para los combates: un tablero donde quienes llevan adelante su empuje o caen en el desastre son simples peones, sin distinción de bandos. Un sitio donde el heroísmo y la cobardía no están nunca muy distantes. Y, a veces, van de la mano.

Leí por primera vez La Sombra del Águila  en 1994, tras encontrarlo por casualidad en una librería de la Gran Vía en Madrid. O mejor, más que leer, me lo devoré con los ojos en cortísimos días mientras era investigador extranjero en la Biblioteca Nacional de España. Buscaba documentarme sobre el mes pasado como cadete del Murcia por José de San Martín en Oran. 

Fue el inicio de una pasión por cada obra suya que saliera. Y el destino, que ha veces es amable con uno, me dio la oportunidad de contarle al propio autor la anécdota en la Feria del Libro de Buenos Aires de 2017.

"Acababa de volver de Kosovo", me comentó luego de escucharme. Se le notaba el orgullo en los ojos, por haber salido bien librado de la destrucción sin razón que implican las guerras. Sí, se advierte el paso por esa experiencia en cada línea de la novela. Como también, esa genialidad al narrar que lo llevaría a convertirse, pocos años después, en uno de los escritores más grandes de la lengua española. Que ya asomaba por entonces, y con fuerza. 


Para leer más en el blog:


La novela de un país


Cuando Pérez-Reverte conoció a Jean Lartéguy











SOBRE EL AUTOR DE LA NOTA: Luis Carranza Torres nació en Córdoba, República Argentina. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversas asociaciones históricas y jurídicas. Ejerce su profesión y la docencia universitaria. Es autor de diversas obras jurídicas y de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018), Hijos de la Tormenta (2018), Náufragos en un Mundo Extraño (2019), Germánicus. El Corazón de la Espada (2020), Germánicus. Entre Marte y Venus (2021), Los Extraños de Mayo (2022), La Traidora (2023), Senderos de Odio (2024) y Vientos de Libertad (2025). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España”, en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. En 2021 fue reconocido por su trayectoria en las letras como novelista y como autor de textos jurídicos por la Legislatura de la Provincia de Córdoba.






Una mujer humillada y desposeída.

La tentación de recuperarlo todo.

Un secreto vital que obtener tras la cordillera.

Un general con un desafío por cumplir: cruzar los Andes.

 

Provincias Unidas de Sudamérica, 1816. Las tierras del antiguo Virreinato del Río de la Plata han declarado su independencia de la corona española, en el peor de los momentos posibles. El nuevo país, libre pero cargado de dificultades y retos, apuesta a remontar sus derrotas en el Alto Perú, con el audaz plan de formar un nuevo ejército y cruzar la cordillera para batir a los realistas por el oeste.

En Chile, Sebastiana Núñez Gálvez ha visto desbarrancar su mundo de lujos, pero también oscuridades, tras la reconquista realista del país. Ajusticiado su esposo por liderar el bando patriota y confiscados todos sus bienes, malvive en la extrema necesitad. Una falta de todo que la ha hecho abjurar de cualquier creencia y hasta de su reputación, para conseguir subsistir.

El Mariscal español Marco del Pont lo sabe perfectamente, y le ofrece devolverle todas sus posesiones y alcurnia, a cambio de pasar a Mendoza y obtener el secreto mejor guardado del Gobernador de Cuyo y General en jefe de ese nuevo ejército, José de San Martín: por dónde pasarán sus tropas a Chile.

Sebastiana es una mujer decidida a todo para averiguarlo; apuesta para lograrlo a su antiguo y fuerte vínculo de amistad con la esposa del gobernador y General en jefe, Remedios de Escalada. No le importa tener que mentir, engañar o traicionar viejas lealtades.

Pero la imprevista relación con un oficial de granaderos trastocará sus planes. Alguien que, precisamente, debe mantener a los secretos de su jefe a salvo de los espías realistas. 

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